Capítulo 3

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POV Nat

Estaba más nerviosa que ocho nerviosas, era la 13:55 cuando yo ya estaba en la puerta de su restaurante favorito. Mentiría si dijera que no me acordaba. Cuando vivíamos juntas, íbamos 2 veces en semana a comer aquí, me resultaba imposible olvidarlo. No paraba de tocarme el septum, el cual me había vuelto a poner tras un par de meses de ausencia. Esta vez había optado por mis inseparables pitillos negros, un jersey del mismo color y mis botas militares favoritas, el eyeliner cómo no, no podía faltar. Quedaban menos de 5 minutos, mientras esperaba decidí encenderme un piti, estaba demasiado nerviosa y posiblemente si seguía girándome el septum me quedaría sin nariz.

- ¿Tienes fuego?- me preguntó una voz que sería capaz de reconocer en cualquier parte.
- ¿Qué quieres ahora Alicia?
- Fuego, ¿no me has escuchado?- respondió coqueta.
- Toma- le tendí el mechero y ella lo cogió, se encendió el cigarro y me lo devolvió.
- ¿Cómo tú por aquí Nat?
- No me llames así Alicia, no sé cuántas veces te lo voy a decir.
- Que sosa estás Nat, hace unos mesesitos no eras así- ronroneó de una manera que me dio escalofríos.
- Déjame tranquila Alicia estoy esperando a alguien importante.
- ¿A quién? ¿A la rubita esa de la que no paras de hablar?- resopló fastidiada.
- La rubita tiene nombre, soy Alba encantada cari- el corazón empezó a latirme como hacía tiempo que no lo hacía, me giré y allí estaba ella, tan guapa como siempre. Ahora tenía el pelo algo más largo pero por lo demás, seguía exactamente igual.
- Hola Albi- sonreí como una idiota.
- No vayas tan rápido Lacunza, Alba para ti de momento- dijo mientras levantaba la ceja y he decir que mi corazoncito se rompió un poco al escuchar eso, pero me lo tenía merecido, no podía reprocharle nada.- Bueno, ¿vamos o qué?

POV Alba

Después de aguantar las mofas de María salí de casa con el tiempo bastante justo, tenía que caminar rápido si quería llegar a tiempo al sitio. Tengo que admitir que estoy algo nerviosa, hace tanto tiempo que no la veo en persona que no sé cómo reaccionar.
Divisé a lo lejos a un chopo moreno con una pelirroja a su lado, la chica parecía estar pidiéndole fuego. Aceleré el paso para ver si alcanzaba a oír algo de la conversación porque sí, así soy, una cotilla de manual.

- Que sosa estás Nat, hace unos mesesitos no eras así-
- Déjame tranquila Alicia estoy esperando a alguien importante.- con que importante eh...
- ¿A quién? ¿A la rubita esa de la que no paras de hablar?- ¿Perdón?
- La rubita tiene nombre, soy Alba encantada cari- dije mientras forzaba una sonrisa.
- Hola Albi-
- No vayas tan rápido Lacunza, Alba para ti de momento- si seguía llamándome así me ablandaría antes de tiempo y ese no era el plan- Bueno, ¿vamos o qué?
- Adiós Alicia- se despidió de ella con tono gélido y rostro serio, y a mí puede que se me escapase una sonrisa.
- Eso adiós pelirroja- me despedí yo.

Dicho esto le dimos la espalda a la tal Alicia, y entramos.

- He reservado mesa en tu sitio favorito, al ladito de la ventana- se rascó la nuca nerviosa- me tuve que pelear un poco con el señor que hacía las reservas pero ahí está.
- Oye me puedes mirar que no te voy a comer eh- ella me miró y le sonreí- gracias por acordarte de la mesa.

Nos sentamos y enseguida vino el camarero a tomarnos nota, ambas pedimos una caña y, cómo ya sabíamos lo que íbamos a comer aprovechamos para pedirlo todo junto, un rissotto para mí y una lasaña vegetal para ella.

- Bueno- hablé para romper el hielo- ¿Por qué querías verme?
- Creo que te debo una explicación Alba, bueno creo no, lo sé.
- No creo que puedas explicarme algo que vi con mis propios ojos Natalia- bufé algo molesta.
- No lo viste con tus propios ojos lo viste a través de Twitter.
- La imagen era bastante clara- enarqué una ceja.
- Alba, estaba yendo a comprar un regalo para nuestro aniversario y una fan me paró, me preguntó si podía hacerse una foto conmigo, le dije que sí y luego me besó, no me dio tiempo a quitarme pero sí a empujarla al segundo de tocar mis labios. Es más mira, te he traído lo que te compré - se sacó del bolsillo una cajita de terciopelo negra y la abrió- es un collar de un sol con nuestras iniciales grabadas detrás, porque siempre has sido mi sol, la que ha alumbrado todos mis días- suspiró y yo quise que me tragara la tierra- hubiese quedado más bonito dártelo y explicarte el significado el día del nuestro aniversario pero no pude porque te fuiste.
- Podrías haber intentado contactarme, he pasado un año sin saber nada de ti.
- Ay Alba parece que no me conoces, sabes lo intensa que soy- sacó su móvil y me lo enseñó- mira el registro de llamadas, métete en tu conversación de WhatsApp y en la de Instagram por favor.- en WhatsApp me había dejado un mensaje por día, en Instagram igual y en el registro de llamadas había millones de intentos de llamada que no habían podido llegar a mi teléfono- me habías bloqueado las llamadas, en Instagram te intenté hablar por la cuenta profesional y por la tuya privada pero tampoco me respondías y en WhatsApp bueno, ya lo ves.
- Pero yo no te había bloqueado en ning- y como por arte de magia recordé que Marina había estado con mi móvil cuando fui a Valencia- mi hermana te había silenciado y archivado en absolutamente todo- la voy a matar.
- Bueno ahora ya sé que el odio Reche es triple- sonrió triste- también fui a buscarte a Valencia- debió ver mi cara de sorpresa porque me preguntó- ¿No te lo dijo ni Mari ni Rafi?- yo negué con la cabeza- fui a Valencia porque supuse que estarías allí, fui a tu casa pero tu madre volvió a cerrar nada más abrirme la puerta, me quedé sin saber dónde meterme- rió con amargura- y luego conseguí saber dónde estabas viviendo porque Mari es muy bocazas así que fui pero me echó a patadas, diciendo que tú le habías dicho que no querías saber nada de mí. -me miró- te juro que intenté explicártelo pero no pude.

La entrevista Where stories live. Discover now