capítulo 4 -Cuerpos

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"Cuerpos"

🌞Paloma

Aún no podría creer dónde me encontraba parada. Las personas vestían ropas finas y elegantes, uno que otro llevaba algún animal que parecía más un hijo que una mascota para ellos por su forma de tratarlos. El espacio dónde nos encontrábamos era amplio, lo suficiente para que entrara una pasarela de ocho metros y por lo que parecía más de cien sillas para los espectadores y fotógrafos.

Greg apretó mi mano mientras me sonreía al notar mi emoción. No sabía como quiso venir a algo como esto pero se lo agradecí, el mundo de la moda estaba despertando una rara sensación de hormigueo en mis dedos. A lo lejos pudimos ver a Sylvia que se acercaba hacía nosotros con una gran sonrisa. Vestía un elegante traje blanco que resaltaba su piel morena y sus ojos café brillaban.

Sus brazos me envolvieron y murmuro en mi oído que le alegraba que estuviera aquí. Sus palabras me emocionaron, creía que vendría al hogar de una vieja bruja como lo fue mi madre conmigo pero me termine encontrando con una cariñosa y amable mujer.

- Cariño, no hostigues a Paloma- Le hablo a Greg logrando que le ponga mala cara- Deja que vaya a ver todo el lugar.

A Greg no le gustaron la palabras de Sylvia pero de mala gana soltó mi brazo. Le sonreí y me puse en puntas de pie para poder llegar y darle un beso en la mejilla.

- Ya regresó.

Él me dedicó una leve sonrisa y aquello en conjunto con su vestimenta elegante me hizo no querer apartar los ojos de él en ningún momento. Greg siempre fue guapo, ya saben, el cliché del pelinegro de ojos azules pero tiene algo especial que siempre logró quitarme suspiros, quizá su manera de cuidarme.

"O el hecho de que jamás fuimos la prioridad de alguien y si lo somos de él" Su manera de ponerme ante el mundo siempre fue algo que me fascinó, es una manera tan única en la que me hace sentir el saber que hará lo que fuera por mí. A veces analizo aquello a profundidad. Podré tener cara de ángel pero no lo soy, cometí errores, cometeré errores y aquello no me molesta. No soy un ejemplo para nadie ni podre serlo. Soy consciente de que a veces me aprovecho de su querer y logró enredarlo para que haga lo que quiero, aquello lo aprendí Roxana cuándo manipulaba a sus mil y un maridos, y pocas veces lo efectuaba con Greg.

En parte me gustaba, me sentía poderosa pero me desagradaba el saber que me aprovechaba o podía herirlo y es lo que menos quería, porque tenía sentimientos por él y cuándo uno quiere no lástima, ¿verdad?.

Miré al adolescente de cabello azabache, se mantenía en silenció observando algo distante y lo confirme, no quería lastimarlo. Ya sufrió demasiado de niño y jamás quería que volviera a sentir dolor y menos provocado por mí.

Me volteé dispuesta a regresar por el pero un flash me dejó ciega por unos segundos. Cuando recuperé la vista encontré a Dan con una cámara profesional en sus manos. El castaño soltó una pequeña risa y me sonrió.

- Tenía que sacarle una foto a la chica más bonita del lugar.

Me guiño un ojo y siguió sacando algunas fotos a las demás personas. Mantuve mi mirada en él y en como el costoso traje gris se le ajustaba perfecto al cuerpo logrando resaltar su contextura ya adulta, era bastante lindo. Seguí caminando un poco por el gran lugar, observé a las personas, su vestimenta y actitudes. La mayoría carecía de amabilidad pero le sobraba elegancia y ego. Aquello lo resalto cuando le sonreí en señal de amabilidad a cada uno y muy pocos me devolvieron el gesto. Poco a poco la emoción fue desplazada por un sentimiento de incomodidad.

Noté una que otra mirada no muy grata y con algo de nervios bajé la mirada a mi vestimenta. El vestido blanco de invierno me llegaba hasta un poco arriba de las rodillas, en los bordes de la falta tenía un precioso bordado con hilo azul y en la parte superior un escote corazón que no dejaba nada al descubierto ya que mi busto aún era inexistente. Llevaba unas mallas gruesas de invierno de color hueso, unos zapatos negros con un poco de tacón y de abrigo una chaqueta azul Francia. Mi ropa era mueva y cara pero sentía que aún así todos sabían que no pertenecía a este lugar.

Vuelo Alto- EDITANDOWhere stories live. Discover now