NUEVE

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-VAMOS, Elisabeth , deja de estarmolesta con nosotros

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-VAMOS, Elisabeth , deja de estar
molesta con nosotros.-pidió Pierre
mientras se deshacía de su camiseta
para quedar solo con el traje de baño.

La castaña lo fulmino con sus ojos color avellana.

-Me dijeron que íbamos a recorrer
la ciudad hoy porque no tenían mucho que hacer y termine varias
horas sin hacer nada.-se cruzó de
brazo en su silla.

Luego del fracasado intento de
recorrer la ciudad los pilotos le
propusieron a la castaña pasar un rato en la piscina del hotel para compensarla por el tiempo perdido
que estuvo en el paddock esperando
a que ellos terminaban de trabajar.

- No se porque aún te quejas si fui
contigo a pasear un rato.-hablo
ahora Charles.

-Después de tener que esperarte en
la sala de reuniones de Ferrari.-
murmuró con los ojos entrecerrados.

-Hermanita, cambia esa cara y
anímate.-dijo Max.-Ya pasó y ya te
prometimos que el lunes recorreríamos la ciudad dos veces si
quieres.

-Ya no confió en ninguno de ustedes.-murmuró la castaña deshaciéndose de su vestido para quedar en traje de baño.

Cubrió sus ojos con unos lentes
oscuros y reposó su espalda en una
tumbona, si no recorrerían la ciudad
por lo menos tomaría un poco de
sol.

-¿Y a donde están los dos chicos que me caen bien ahora?-pregunto la castaña.

-¡Hey! Pensé que yo te caiga bien
ahora.-se quejo Charles.

-No compras mi amor con helado.-
soltó con un poco de molestia.

-Y unos lentes de sol.-agregó Pierre.

Beth bajo un poco sus lentes y miro al francés con sus ojos entrecerrados.

-Si te refieres a Carlos y a Lando, ya vienen.-mencionó Seb.-Tenían que terminar una reunión.

Beth abrió la boca para quejarse de que aún no dejaban de trabajar cuando escuchó la voz del británico pero lo que llamó su atención era que estaba hablando con su entrenador. No lo había escuchado antes y debía admitir que su acento tan marcado la hacía sentir mariposas, bueno, eso y que andaba sin camisa en traje de baño.

-Cierra la boca, podría haber mosquitos.-murmuró su hermano
para molestarla.

-Cállate.-soltó sin despegar sus ojos del ojiverde.

-¿Eso es todo?-pregunto el ojiverde, su acompañante asistió.- Bien hasta luego. -El hombre misterioso desapareció y dejó ver a Sainz que estuvo detrás del británico todo este tiempo.

-Ya estamos aquí.-anunció el español .-Lando estaba recibiendo
un regaño.

-No me estaban regañando.-refutó.

YOU AND ME-Lando NorrisDove le storie prendono vita. Scoprilo ora