Secretos De Familia (Brunoxlectora)(Cancelada)

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En el pueblo todo era color, música y los ánimos estaban por las mismas nubes, todos hablaban eufóricos sobre el nuevo don del pequeño Madrigal.

Aún así las malas lenguas no se hicieron esperar, como culebras ponzoñosas siseando y escupiendo veneno sobre la única madrigal sin Don.

En una de las casas del bello Encantó, estaban en un salón de baile lleno de sillones una mujer que se había enterado de una barbarie, una noticia catastrófica que alejó por momentos la mala mañana que tuvo.

- ¿COMO SE TE OCURRE ACEPTAR ESO MARIANO LUIS GUZMÁN? - exclamó Imelda alterada.

Frente a ella estaba su queridísimo vecinito, ya no tan vecinito, sentado en un mueble individual luciendo dolido, a su lado estaba su sobrina viendo el regaño.

- Tita, ya lo sé, sé que hice mal en aceptar pero mi madre no me lo perdonaría si le dijera la verdad - le hablo el hombre de 26 años.

- es que tú tienes que ser bruto Mariano, de verdad que sí - le dice como regañó- ¿Y que vas a hacer?, Dime ¿Que vas a hacer? -le pregunta, acercándose a él lo suficiente para quedar cara a cara.

- ¿Casar me con Isabella? - propone con miedo de recibir una reprimenda de su Tita, así fue, un golpe directo en la frente con la palma abierta de la mujer- ¡Ay Tita!

- ¡Tía no lo trate así!, ¿No ve que está de luto? Se nos va a casar esta pobre marica - trata de aligerar el ambiente una chica de peculiar vestimenta, pantalones y cinturón y camisa, estaba desparramada en un sofá.

- tu calla te Salomé, no puedo creer que no le dijeras nada - le regaña y con los brazos cruzados-, ¿Cómo vas a regañar a este pirobo?, Si los dos son igual de brutos, uno oliendo le él culo al otro, si fueran hermanos ni por el coño se llevarán así.

- ya Tita, porfavor... Ya me siento mal con todo esto -dice dolido el hombre.

- definitivamente no sé cómo eres el galán del pueblo mi niño, si eres tan bruto - dice abrazando al hombre, aún de pie, acariciando su sedoso cabello.

- yo solo quiero tener mi sueño de amor, con Dolores- murmura con pena, totalmente derrotado.

Imelda se sintió dolida, sabía esa sensación de no poder estar con la persona que amas.

- pudiste ¿Hablar con Dolores como dijiste que harías? - pregunto la más joven en la habitación.

Imelda sintió al Guzmán enterrarse en su abdomen, como si tratara de esconderse, como cuando era un pequeño niño. Sabía que significaba eso.

- ¿No pudiste verdad? - adivina Imelda.

Ella conocía a su niño, prácticamente lo crío a espaldas de la señora Guzmán.

- ¡Casi lo hago! Te lo juro Tita, aproveche que Mirabel paso por una especie de crisis y...

- ¿Cómo? - pregunto Imelda, tomando la cara de Mariano, quien la miro asombrado.

Mariano sabía la verdad detrás de toda la enemistad entre su Tita y Alma, era obvio que sabría, cuando paso todo eso el tenía 16 años.

- ¿Que paso con Mirabel? - pregunto angustiada-, porfavor, dime Mariano.

- ¿No lo sabe Tita? - dice incrédulo- el pueblo entero habla de eso.

- el pueblo entero habla de todo menos de lo que le concierne - opina con despreció- acuerda te cuando decían que Salomé y tú eran novios.

- asco - murmuró Salomé, ganándose una mala mirada del Guzmán-, perdone me, no eres mi tipo Marianito.

- no le haga caso mi niño, usted sabe que a Salomé no le gusta ese tipo de instrumento - bromea y Mariano se sonroja asombrado.