Haber nacido como un ser capaz de llevar vida dentro suyo no era algo que Jiang Cheng hubiese deseado. Como heredero al trono del pacífico reino de Yunmeng desde nacimiento -antes de saber su tragedia- Jiang Cheng había cumplido los caprichos de sus...
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Lan Xichen se encontraba acomodado algunas cosas cuando una carta en especial llamó su atención.
La tomó entre sus manos y dispuesto a leerlo la abrió.
Pero su acción fue interrumpida cuando unos gritos se escucho a las afueras del salón principal, conocía la voz que perturba en ese momento.
MingJue quien anteriormente había estado ahí desde hace mucho, solo que su presencia fue ignorada por la pareja, se apresuró en salir y abrir la puerta para dar paso a un disgustado Xichen.
Ahí estaba otra vez, ya no sabía que hacer con Jin Guangyao, no sabía en qué momento su esposo había dejado de ser como lo era antes, despreocupado, alegre y sin causar problemas, siempre caminado elegantemente los pasillos. Antes nunca hizo nada en contra de Guangyao por el simple hecho de que no tenía el valor para negarle nada, además nunca hizo algo que verdaderamente le haya molestado.
Pero ahora, verlo tratando de agredir a WanYin y a su hijo, no hacía más que molestarle y tener que soportar la actitud del Jin solo porque era su emperatriz y madre de su primer hijo, pero de algún modo tenía que marcar un límite, límite que nunca le puso por estar cegado de amor hacia él.
El día que Xichen conoció anteriormente a Meng Yao, el hijo de una concubina. El príncipe heredero se encontraba de visita en el Reino de Lanling con sus padres. Aún era joven y tenía que aprender a manejar los asuntos políticos para su futuro gobierno.
Entre las frecuentes visitas del Lan en Lanling y el Meng en Gusu, ambos empezaron a conocerse y formar una bonita amistad, amistad que poco a poco fue convirtiéndose en algo más por parte de Xichen. Con tan solo verlo sonreír el Lan podía sentirse en el cielo, cuando lo tenía cerca su corazón se aceleraba.
Después de eso, todo cambió, ambos se alejaron por las responsabilidades mayores del heredero de Gusu, ya no había tiempo para nada.
Sus padre empezaron a notarlo decaído y pensativo, incluso su hermano se preocupó mucho. Pero tras muchos intentos de que hablara y una charla en la familia real y algunas negaciones por parte del príncipe Lan, todos aceptaron el amor de Lan Huan hacia el segundo hijo del rey Jin Guangshan y su pronto compromiso a petición del Joven futuro emperador.
Tras la muerte de sus padres su compromiso se vio afectado y por poco anulado. Tuvo que ser ascendido al trono de un solo golpe mientras algunos del consejo le exigían una emperatriz.
Razón por la que luego de un año tuvo que aceptar casarse con el ahora Jin Guangyao. Ese día fue el más feliz de su vida, finalmente se había casado con su primer amor, tenía lo que quería y eso era tener a la persona que más amaba a su lado para gobernar juntos.
Grave error.
La emperatriz nunca se hizo cargo de lo que le correspondía, siempre ponía excusas y dejaba que el y su tío dirigieran un imperio, parecía que nunca hubo una emperatriz, más solo un emperador cegado por su amor que cumplía los deseos de su emperatriz sin esperar nada.
