Haber nacido como un ser capaz de llevar vida dentro suyo no era algo que Jiang Cheng hubiese deseado. Como heredero al trono del pacífico reino de Yunmeng desde nacimiento -antes de saber su tragedia- Jiang Cheng había cumplido los caprichos de sus...
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Luego de que Lan Xichen abandonara sus aposentos se dirigió a los del Jiang a toda prisa pero antes de eso fue a saludar a su hijo. Quien al ver a su padre de vuelta no quiso separase de él.
Al llegar a la residencia y encontrase con el general Mo y Huaisang en la puerta principal le pidió al último informar a Madame Jiang acerca de su presencia, por lo que sin perder más tiempo Huaisang fue a cumplir la orden.
—Hermano Jiang, su majestad vino a verte.
Habló con una leve sonrisa, Jiang cheng al escuchar lo que su amigo dijo, se levantó con ayuda de Wen Su.
—A-Cheng
— Hermano lindo
Bosifero el príncipe al ver a Jiang cheng.
Soltando la mano de su padre se acerco al joven doncel, el cual no dudo en abrazarlo.
—Príncipe Rusong, es bueno volver a verlo de nuevo.
Le regalo una tierna sonrisa.
— Su majestad, me retiro, ¿desea que lleve a Rusong conmigo?
Preguntó la joven, quien anteriormente veía la escena sonriendo con suavidad.
Lan Xichen miro a su hijo y este negó con suavidad
— Déjalo así A-Su, se quedará conmigo.
Ambos presentes asintieron y se retiraron dejando a la pareja junto al pequeño príncipe que no se separaba del Jiang.
— A-Song, ¿te puedo decir así?
Preguntó WanYin tomando asiento.
Jin Rusong asintió con la cabeza.
— Bien, ojalá seamos buenos amigos ¿verdad su majestad?
—Por supuesto, las personas que más amo se deben llevar bien, además a-song tiene que cuidar de su hermano menor.
— Si el bebé del hermano lindo nace, no me van a querer... yo no lo quiero. —resoplo el infante.
Las palabras inocentes del niño dejaron sorprendidos a los presentes.
—A-Song, ¿quien te dijo que si tu hermano nacía no te iban a querer? Tu padre te ama y eso nada ni nadie lo puede cambiar por que el amor de su majestad es único para cada uno.
Explico el Jiang mientras pasaba sus dedos entre los mechones del cabello del menor Jin.
—Mami dijo eso, que nadie me iba a querer si el nuevo bebé estaba aquí.
Hizo un leve mohín mientras Xichen y WanYin se miraban entre sí.
Jin Guangyao era cruel con Jiang WanYin y todos en el palacio, pero... ¿había razón para decirle eso a Rusong?.
