El Hermano de mi Mejor Amigo [Fred W. x Harry P.] © ✔️

12. El Trabajo en la Biblioteca

Fred Weasley

Después de levantar a Harry, fuimos a hablar con la profesora Mcgonagall, quien quedó atónita ante la situación, dijo que le hablaría al tutor responsable de Harry [Sirius], y que empezaría a investigar todo.

—Harry, tienes que cooperar, sino no podremos atrapar a quién te... agredió... —la palabra violar era muy fuerte para Hermione. El chico no había hablado mucho desde que lo encontré, y se negaba a recordar momentos del... accidente; no lo culpo, debió ser horrible.

—Mione entiende que no puedo recordar mucho... —susurró él.

—Ya mejor vamos al comedor, es hora de la cena, y esa si nunca me la pierdo. —todos obedecimos a la castaña y fuimos hacia allá.

Al llegar, Harry no quiso comer, pero le dije que si no comía, no me dormiría con él hoy, así que se apresuró a tomar la manzana que le di.

—¿Recuerdas algo más? —preguntó Ron.

—Sé que era Gryffindor, por su túnica, era alto, rubio, y su voz... era grave... —explicó Harry.

—¿Aún no la reconoces?

—No Freddie, aún-.

—¡Seamus dame eso! ¡Mío!

Harry Potter

—¡Seamus dame eso! ¡Mío!

Solté mi manzana y empecé a recordar...

—Eres mío Harry, ¡mío y de nadie más!

—¡Te haré mío y solo mío!

—Eres mío...

—Te haré mío para siempre...

—Tú eres mío y solo mío...

Recordé eso con algunos fragmentos de imágenes sobre lo que pasó. De alguna manera, mi instinto reconoció la voz de mi ex-novio como peligrosa, y, la palabra mío...

Abracé a Fred, él dejó de ver a Marcus, y extrañado, me abrazó a mí.

—Recuerdo que decía mucho la palabra: mío —hablé—, y la frase: "Eres mío"... y también algunos fragmentos de imágenes sobre lo que ocurrió, que prefiero... no describir...

—Harry, ¿podemos-?

Me alejé lo más posible de Marcus, por un reflejo que me hacía querer escapar de donde él se encontraba, como, si él fuera... ay no... ya sé quién fue el que hizo todo...

—Aléjate de mí —hablé—, ¡hablo enserio! ¡no te acerques!

—Pero, tenemos que hacer un proyecto juntos, por eso te hablaba...

—¿Proyecto?

—Sí, el que nos dejó Moody.

—¿Juntos? ¿Solos?

—¡Pues sí, tontito!

Mordí mi labio con miedo.

—¿Para cuándo es?

—3 días.

—Sabes, hoy... n-no puedo...

—¿No? Pero quedan 3 días...

—Tres días es mucho tiempo...

—¿Entonces mañana en mi habitación?

—Mañana en la biblioteca —corregí, solo así me sentiría seguro, con más personas—. Después de la comida, ahí te veo...