Pasos hacia el amor -Ereri (Adaptación)

CAPÍTULO 37

-Ya tenemos a Eren instalado... empezaremos las pruebas–Avisó Armin al salir de la habitación.

-Ujum... ¿te puedo pedir un favor? –Preguntó Levy al levantarse.

-Por supuesto–Armin asintió.

El pelinegro le puso la mano en el hombro y lo alejó un poco para que nadie escuchara.

-El señor Jaeger no ha estado bien, hasta ahora lo convencí de que le hagan una revisión... ¿podemos hacer todo privado? –Preguntó suave.

-Por supuesto... además el señor Jaeger es el que más nos ayuda con donaciones al hospital–Armin respiró profundo. -Podemos utilizar tu nombre si estás de acuerdo...

-Por supuesto, lo que sea para que no se den cuenta de nada–Levy le sonrió.

-Señor Jaeger, acompáñeme por favor–Armin le habló amablemente. -Levy habitación 8-0-9...

-En un segundo voy–el pelinegro le sonrió a Grisha y entró a la habitación.

Eren apenas vio a Levy giró el rostro hacia otro lado. El enfermero suspiró y se acercó a Carla.

-Convencí a su esposo de hacerse una revisión... ya está en una habitación bajo mi nombre–Susurró Levy.

Ella asintió más tranquila y se levantó.

-Eren cariño, en un rato vengo...

- ¿A dónde vas? –Preguntó serio.

-Tomaré un café, salimos tan temprano está mañana que ni eso tomé–Ella le sonrío levemente y se enganchó al brazo de Levy para salir de la habitación. El castaño quería pararse e ir a ver qué era lo que estaban ocultando, porque eso presentía... que le estaban mintiendo, que nada estaba tan bien como su madre le decía.

Levy y Carla fue directamente a la habitación 8-0-9 donde estaba Grisha. Entraron y observaron como Armin lo acomodaba. -Por fin hombre terco–la mujer sonrió cariñosamente a su esposo. - ¿Qué le harán?

-Según lo dicho por su esposo es mejor empezar con un electrocardiograma–dijo Armin acercándose a la máquina correspondiente para el procedimiento. –Levy se acercó a su jefe y le quitó el saco para abrirle la camisa, lo preparó para el examen y Armin empezó.

-Esto no está bien.

- ¿Es muy malo? –Preguntó Carla preocupada.

-Hay un movimiento aquí que es irregular–Armin le mostró el resultado a Carla. -Esto indica que hay algún fallo.

- ¿Cuál? –Preguntó ella.

-No sabría decirle cual... pero haré que alguien le...

-Armin sin terceras personas–hablo Grisha serio. -No puedo arriesgarme a que se enteren que estoy en el hospital.

-Armin hagamos una eco... después podrás llevar los resultados a un colega y él nos dirá que pasa–Sugirió Levy preocupado.

-Esa opción es buena–dijo el hombre mayor y recibió el asentimiento de su esposa. -Que se haga así Armin...

-Por supuesto.

Armin salió a buscar una máquina para hacer la eco... Levy se quedó calmando a los señores Jaeger para que no se estresaran o se preocuparan más de la cuenta.

Cuando el doctor Arlert entró e hizo la eco en compañía de Levy... ninguno era cardiólogo y sus pocos conocimientos no daban basto aquí.

Después del examen Armin salió con los resultados buscando quién le dé un diagnóstico sin que haga preguntas.

-Todo estará bien–hablo el pelinegro sin creérselo él mismo. -Una vez encontremos el problema será solucionado y volverá a ser un hombre muy sano...

-Eso espero–Carla se sentó en la camilla y tomó la mano de su esposo. –

Levy los dejó solos y salió para sentarse en las sillas del pasillo. Estaba cansado, exhausto de todo, pero aún más de la actitud de Eren.

-Levy ¿estás bien? –Preguntó Armin cuando se sentó al lado de él.

-No... he tenido los peores días que no había tenido en años– suspiró pesado. -Descubrí ese lado homofóbico que estaba guardando Eren... y solo escupe ese odio hacia mí...

-Espera–Armin le tomó el brazo. - ¿No me dijiste que no eras gay?

-No te respondí esa pregunta... procuro siempre evadir ese tema–suspiró. -Me siento en confianza contigo y te digo que cada día desprecio más lo que soy...

-No digas eso–Se apresuró en decir. –No debe importarte lo que los demás piensen de ti, sé que esto es difícil pero no debes sentirte mal por una persona que...

-Me gusta, ese es el gran problema... que el hombre que me desprecia tanto, es el hombre que en este momento estoy amando como nunca... soy el idiota con menos suerte en el mundo...

-Lo siento mucho–Armin le acarició la espalda suavemente. -Nunca pensé decirle esto a alguien por enamorarse... pero en verdad lo lamento, de peor persona no pudiste enamorarte...

Levy río suave y con amargura... sus ojos picaban por llorar, pero no... no lo haría porque se prometió no llorar.

-Yo también lo lamento... sólo yo tengo la culpa de enamorarme de él, guarda el secreto–Pidió Levy cuando miró al de ojos azules y éste asintió.

-Armin...

Levy levantó la mirada y vio a un hombre alto... piel blanca, cabello rubio bien acomodado, una linda sonrisa con hoyuelos que lo hacían ver muy dulce.