Capítulo 12. No dejes que te apaguen (parte 1)

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A.N.: Este capítulo se me iba de las manos de largo así que lo cortaré en dos partes para hacerlo más dinámico y además jugar con los povs (juejuejue). Prometo subir el otro pronto, que llevaba mucho sin actualizar!! :(((

POV LAUREN

Viernes. 18:28

- "En el próximo cruce, a 10 metros, gire a la derecha"

La estúpida voz del navegador me sobresaltó en mitad de la calle, sorprendiéndome de que volviese a sonar cuando supuestamente ya había apagado la ruta guiada.

- Maldita voz en off... - Traté de apagarla por segunda vez, maniobrando con dificultad entre mi bandolera y el paraguas. -

Llevaba lloviendo desde por la mañana, y además, aun siendo todavía pronto, una ola de frío había decidido instalarse en nuestra ciudad, obligándonos a sacar las chaquetas más grandes y las bufandas de su rincón en los armarios.

El repentino temporal, unido al odioso frío, había sido capaz de estropear la mayoría de los planes de este fin de semana. En cierta parte me daba un poco de pena, pero por otra, daba gracias a las nubes por salvarme de la tan anunciada "fiesta salvaje" que Verónica había estado pregonando durante toda esta semana.

Además, si no hubiese sido por el ligero inconveniente de la lluvia, seguramente ya estaría rodeada de maquillaje y música, encarcelada en la habitación de mi mejor amiga y escuchando las locuras de Dinah y Mani. Y no es que no fuese a ser divertido, pero me hubiese privado de aceptar la tan misteriosa y espontánea propuesta de Camila.

La tutoría improvisada... ¿de qué se trataría? Jamás había hablado con Camila para dar clases fuera del centro, y muchísimo menos un día que no fuese miércoles dentro de nuestras horas establecidas...

Era un absoluto misterio, y aunque el hecho de que me hubiese citado frente a la Universidad de Música no ayudaba a calmar mis nervios, no había dudado ni un segundo a la hora de aceptar.

¿Una clase extra con una reconocida prodigio de la música? ¿Una profesora que además de buena en su ámbito era simpática, agradable y divertida? ¿Es que acaso alguien dudaría en decir que sí? Además, haber visto su disculpa por mensaje, refiriéndose a la clase anterior donde había faltado...

Camila era una persona increíble y parecía preocuparse por mí, por mi futuro y mi educación... Hubiese sido una locura negarse a una oportunidad así con ella...

Siguiendo las indicaciones del navegador - que por fin se había callado - giré en la última esquina de la calle y me detuve ante la intimidante vista: nada más girar la esquina, tras un tramo de carretera, podía verse la universidad. El edificio era regio, pero moderno, dando una sensación distinta al resto de las facultades de la ciudad. La cafetería que había mencionado Camila, por otro lado, estaba justo a mi derecha, rodeada de otros dos bares de aspecto más tradicional.

No tardé en correr una vez que la vi, resguardándome de la lluvia y del poco refugio que me había estado dando el endeble paraguas que tenía (como no, entre todos, tenía que haber elegido el más malo y frágil de los que había en casa).

Con un largo suspiro que se transformó en vapor, me arreglé el pelo y recoloqué mi abrigo, tratando de recuperar el calor y la comodidad antes de chequear la hora: eran las 18:30 justas. Había llegado lo más puntual posible y como las indicaciones de Camila habían dicho específicamente que me quedase en la puerta, asumí que la profesora se había vuelto a retrasar.

- Espero que no tarde mucho, hace un frío horrible - murmuré entre dientes, tratando de hundir los labios lo mayor posible en la bufanda -

- Créeme que no tropezaré dos veces con la misma piedra...

The Music Period (Camren)Where stories live. Discover now