-Animal callejero......‐

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Dos pequeños niños, de al parecer no más de 10 años, corrían por la nieve jugando entre sí, lanzándose bolas hechas de nieve riéndose y gritando cuando alguna pelota que le haya lanzando el otro les haya golpeado, para luego seguir con su pequeña guerra.

Fue en ese momento cuando a uno de los pequeños algo saltó sobre el haciéndole caer contra la nieve. Al abrir los ojos pudo divisar a un perro, este no era demasiado grande por lo que no se le hizo muy difícil quitárselo se encima, puesto que era un cachorro, un pequeño cachorro, un Pastor Alemán, bastante hermoso.

Ambos niños se le quedaron mirando y acariciando por bastante tiempo observando cómo el pequeño cachorro movía feliz su pequeña cola. Parecía callejero. Pero, para ser callejero estaba bastante limpio.

-¡Le deberíamos poner un nombre!- Exclamó entusiasmado uno de los pequeños. Uno el cual tenía un escudo.

-Si pero tu sabes que no lo podremos cuidar.- Respondió el segundo pequeño con una mueca triste al recordar que al final del día, se tendría que separar de su mellizo y que no se podrían volver a ver hasta el año siguiente en la misma fecha.

-¡Yo lo cuidaré! Estoy seguro de que el señor URRS me dejará. El ama los perros- Decía acariciando al animal con una sonrisa en su rostro.

-Pero... ¿Esos no eran los osos?- Cuestiono mientras que veía cómo el pastor alemán pasaba su lengua por el rostro de su hermano, dándole un poco de asco.

-Son la misma cosa.- Soltó entre un par de risas

-Como quieras... ¿Y cómo lo llamarás?- Volvió a preguntar también acariciando al cachorro callejero.

-Hmm, que te parece; ¿Ritter? ¡Es un buen nombre! ¿Cierto Ritter?- Interpela al cachorro, de ahora nombre Ritter, respondiendo con dos ladridos de parte de este. -¿Ves? Le gusta.

-A ver Ritter, dame la pata.- Solicitó el otro pequeño mientras que mostraba la palma de su mano para que el cachorro se la diese, recibiendo la pata de Ritter como lo había solicitado anteriormente

-¿¡Ves!? Hasta de verdad es un caballero. Ven vamos, enseñemos a Ritter a atrapar cosas y a traerlas.- Exclamó con una sonrisa, listo para comenzar con el entrenamiento del pastor alemán

-Esta bien. Vamos animal callejero.- Bromeó el otro soltando unas pequeñas risas al ver la mueca de su hermano y como Ritter ladeo la cabeza

-¡Occidente! No le digas así, ya le puse un nombre.- Protestó contra su hermano logrando sacar más risas del contrario -¡Oye pero no te rías!- Volvió a exigir enojado por las burlas de su hermano

-Bueno, bueno. Vamos, perro callejero.-

-Si serás... ¡Ven que te golpeó- Gritó comenzando a perseguir a su hermano con un par de "municiones" de nieve, siendo ahora acompañado de Ritter.

-¡Atrapame si puedes! Jajajaja-

𝑨𝒍𝒍𝒆𝒔 𝑮𝒖𝒕𝒆 𝒛𝒖𝒎 𝑮𝒆𝒃𝒖𝒓𝒕𝒔𝒕𝒂𝒈...[Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora