𝑨𝒍𝒍𝒆𝒔 𝑮𝒖𝒕𝒆 𝒛𝒖𝒎 𝑮𝒆𝒃𝒖𝒓𝒕𝒔𝒕𝒂𝒈...[Terminada]

-Un día antes....-

Se despertó de golpe y miro a su alrededor como si buscará algo, luego miro hacía a bajo y puso sus manos sobre su cabeza comenzando a dejar caer las lágrimas de dolor y desesperación por aquel sueño que había tenido.

O bueno... Mejor dicho recuerdo.

Por la puerta de su habitación entró un ruso con una bandeja el cual traía el desayuno. Sabía lo duro que eran aquellas noches para su pareja, por lo que cada vez que despertaba de un recuerdo llegaba enseguida con la bandeja de desayuno para que pudiera comer. Sabiendo que cada vez que se acercaba el día más dolor su pareja sentía.

Y sabiendo que faltaba solo un día sabía el recuerdo que había tenido. Luego de dejar la bandeja en un mueble cercano se sentó en la cama y abrazo a su pareja con fuerza el cual correspondía enseguida el abrazo llorando en el pecho del ruso.

—Прости... Я знаю, что это была моя вина, и мне очень жаль.— Al igual que su pareja sus ojos se llenaron un poco de lágrimas ante el recuerdo y el saber que unas simples palabras y tres flores habían provocado la furia de su padre. _Lo siento... Sé que fue mi culpa y lo siento._

—Es war nicht deine Schuld, es war nie deine Schuld.— Respondió el alemán abrazando con fuerza a su pareja llorando y al mismo tiempo tratando de calmar a su pareja. _No fue tu culpa, nunca fue tu culpa._

Y es que el ruso seguía con aquel arrepentimiento de a verle dicho eso en ese día al alemán. No mal entiendan, amaba al alemán y le había gustado decirle que le parecía lindo, de lo que se arrepentía era de a verlo dicho en su casa y no en otro momento sabiendo que su padre estaba atento a lo que hacían los alemanes.

Luego de un rato estando calmando al alemán luego de a verse calmado el dejó el desayuno encima de las piernas de su pareja.

—Ты оставайся здесь, а я пойду в булочную и цветочный магазин. Люблю вас— Vio como su pareja asentía en silencio y salió de la habitación para ir hacía la pastelería a hacer el pedido de todos los años. _Tu quédate aquí, iré yo a la pastelería y a la florería. Te amo._

Luego de eso el alemán paso todo el día en su habitación con una mirada melancólica mientras pensaba y al mismo tiempo recordaba.