𝙈𝙞 𝙥𝙚𝙤𝙧 𝙙𝙧𝙤𝙜𝙖 𝙚𝙧𝙚𝙨 𝙩𝙪́ || 𝘾𝙤𝙗𝙧𝙖 𝙆𝙖𝙞

𝐂𝐚𝐩 20

𝐋𝐢𝐞𝐬𝐞𝐥

El sensei nos llevó hasta el instituto.
La verdad estaba muy contenta por como habían estado Robby y el sensei entre ellos; era algo que me hacía muy feliz.

—¿Estás nervioso?—le pregunté a Robby mientras caminábamos, él negó con la cabeza.

—Estoy feliz porque ahora pasaremos más tiempo juntos—respondió a lo que yo sonreí.

—¿Qué clase tienes?—cuestioné parándome frente a mi taquilla.

—Informática. ¿Y tú?

—Español, nos veremos luego, supongo—respondí.

Él asintió y me dio un tierno beso.

—Te amo, mi amor—me dijo.

—Yo te amo más, bebé.

Vi como Robby se iba a su aula y yo me fui a la mía.
Esta clase me tocaba con Halcón y Miguel.

—Hola, chicos—saludé.

—Hey, Liesel—dijo Miguel, me senté detrás de ellos.

—¿Qué ibas a contar?—le preguntó Halcón a Miguel.

—Em... sí... em—se puso algo nervioso—. Besé a Sam.

Abrí mi boca en forma de O.

—Bien—dijo Halcón sonriente.

—No, eso está mal—dije yo—. ¿Qué hay de Tory?

—No eres la más indicada para hablar sobre no besar a otra persona mientras estás en una relación con otra—dijo Halcón serio.

—Ya...—murmuré sabiendo que en verdad tenía razón.

¿Eli estaba enfadado conmigo?

Es decir si tiene razones, pero dijo que seguiríamos siendo amigos.

Algo molesto seguro que está.

—¿Para qué limitarse solo a una chica?—cuestionó Halcón, Miguel lo vio negando—. Yo pienso hacer una rotación todas las semanas.

La conversación fue interrumpida por un pitido proveniente de la megafonía del instituto.

—No puedes estar aquí—se escuchó un golpe.

—Samantha LaRusso...

—Tory...—murmuré.

—Sé lo que hiciste y ahora pagarás por ello—hizo una breve pausa—. ¡Voy a por ti, perra!

En eso sonó el timbre dando a entender que la clase había finalizado.
Miguel salió corriendo del salón, yo caminé hacia donde se dirigía todo el mundo.
Llegué hasta un círculo de personas, en el centro estaban Sam y Tory.

—Te vi en la fiesta—dijo Tory—. Bésaste a Miguel.

La gente emitió un sonido de sorpresa.

—Yo... yo... yo—trató de excusarse, pero Tory le lanzó un puñetazo que Sam logró esquivar.

Empezó una pelea.
En eso noté como me tiraron del brazo y me llevaron a un salón vacío, concretamente al taller, me giré a ver quien era y pude ver a Robby.

—¿Qué haces?—cuestioné confundida.

—Protegerte, no te muevas de aquí—respondí.

—Robby—dije, él cerró la puerta con llave y se fue—. ¡Robby!