𝙈𝙞 𝙥𝙚𝙤𝙧 𝙙𝙧𝙤𝙜𝙖 𝙚𝙧𝙚𝙨 𝙩𝙪́ || 𝘾𝙤𝙗𝙧𝙖 𝙆𝙖𝙞

𝐂𝐚𝐩 47

𝐋𝐢𝐞𝐬𝐞𝐥

Me tumbé al lado de Robby mientras que me tapaba con las sábanas.

La respiración de ambos estaba agitada y era lo único que se oía.

—Ha estado bien—dije sonriendo.

—Muy bien de hecho—mencionó él de la misma manera.

Me giré para mirarlo, él ya lo hacía.
Acarició mi mejilla.

—¿Y ahora qué?—cuestionó.

—¿Que con qué?—pregunté.

—Con nosotros.

Lo miré pensando.

—Ahora mismo no creo que lo más necesite sea salir con alguien—mencioné—. ¿Te puedo ser sincera?

Él asintió.

》Me encantas, pero Eli también. Sigo confusa con eso, y créeme que si fuera por mi volvería contigo. Pero no quiero hacerte más daño.

Él me miró en silencio un momento haciendo que mis nervios crecieran.

—Vale, no pasa nada—aseguró—. Si quieres me voy.

—No. Quédate—pedí—. Me siento muy sola.

—¿Por qué no vas a casa de tus padres?—preguntó—. Ahorrarías dinero.

—Todavía no les he ido a ver—respondí—. Tengo miedo de hacerlo porque sé que estarán enfadados. Me fui sin decirles nada, ni siquiera respondí una llamada suya.

—Lo sé—respondió, lo miré con el ceño fruncido—. Tu padre vino aquí después de que te fueras, me preguntó que si sabía algo de ti y le dije que te habías ido.

—¿Estaba enfadado?—pregunté.

—Preocupado—respondió—. Pienso que sí que deberías ir a verlos.

—Lo pensaré.

[...]

Fui hasta la casa de mis padres, bueno, en realidad llevaba ya unos cuantos minutos buscando el valor para llamar al timbre.
Al final la puerta terminó abriéndose sola.

—Anda, mira a quien tenemos aquí—dijo mi madre—. ¿A qué vienes?

—A-a veros—tartamudeé y ni siquiera sabía por qué

—¿Ahora sí te interesamos? ¡Te fuiste sin decir nada, Liesel Roberts!—me echó en cara—. Encima que fui a verte en ese estúpido torneo, coges y te vas sin decir nada.

La miré manteniéndome callada.

》Yo ya no sé que hacer contigo.

Comenzó a caminar hacia su coche.

Yo me dirigí a la puerta algo triste y entré a la casa.

—¿Papá?—cuestioné.

Nadie contestó.
Entré en todas las habitaciones y nada. Supuse que había salido.

Algo decepcionada con todo salí de la casa cerrando la puerta al hacerlo. Caminé un poco pensando qué hacer y finalmente acabé mandándole un mensaje:

Liesel: ¿Estás en tu casa?

Tardó unos segundos en contestar

Robby: Estoy en la casa de mi padre.

Liesel: ¿Puedo ir?

De nuevo tardó unos segundos.

Robby: Claro.