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-Aún queda tiempo libre antes de tener que ir a cenar, ¿cierto?
-Supongo. Falta poco para que el sol empiece a ocultarse, ¿quería hacer algo más antes de irnos?
-Oh, no, no. Es sólo que el tiempo parece pasar más rápido aquí.
-La ciudad siempre está iluminada, para los Zaunitas es más difícil saber cuando es día o noche por el mismo reflejo de luz. ¿Me equivoco?
-No, nunca lo haces. Eres todo un erudito. Me gustaría ser tan inteligente como tú.
El inventor ladea su cabeza suavemente de un lado a otro, negando ante los vocablos femeninos que siempre parecen estar otorgándole más crédito del que considera debido.
-Tuve la oportunidad de adquirir más conocimientos que los otros por simple privilegio. Estoy seguro que existen jóvenes con más capacidad pero poco apoyo.
-Tienes razón pero, igual no deberías ser tan... ¿Cómo dijiste?
-¿Modesto?
-Pretencioso
-Ah... suena más a un ataque que a un halago.
-Pfff... - Una risa escapa de sus labios, utilizando la palma de su mano para ocultar la enorme sonrisa que le había causado la reacción del adverso.
Viktor posó una de sus manos sobre la cabellera de la fémina, despeinandole en el momento para así nublar su vista y comenzar a caminar dejándola atrás.
No fue hasta que puso escuchar el tan característico sonido del metal de su bastón contra el suelo que la chica pudo percatarse de que había avanzado sin ella, por lo que se apresuró a correr para lograr alcanzarlo.
[ . . . ]
-¿Entonces no sabes cocinar?
-No porque no haga ciertas cosas significa que no sepa hacerlas.
-Me gustaría poder comprobarlo algún día, pero mientras tanto, como única forma de pago, yo me encargaré de eso.
