Dos: El gran partido.

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               Ya llevaba tres meses con los Dunphy y con Ja y su familia. Conseguí un empleo para poder aportar algo a su casa y no ser solo una mantenida. Pude hacer todos los trámites para inscribirme a alguna universidad estadounidense y aplique a la universidad que quedaba cerca de mí trabajo, la UCLA , quería terminar de estudiar para poder graduarme de neurología. Solo tenía que esperar a que me llegará el correo, el cual tendría que llegarme entre hoy y mañana a la tarde. También apliqué a Caltech que también quedaba cerca, aunque esa fue más por broma que por querer ir, se que nunca entraría. No soy tan inteligente para ir a una universidad de puros nerds. Aunque quien dice que estudió en una universidad de puros cerebritos. Hoy iba al partido de fútbol de Manny, me encontraba caminando junto con Haley y Alex.

—Tomen una estampa de apoyo. No sean las únicas estudiantes sin una —dijo una chica colocándose a Haley y a mí una estampa e ignorando a Alex.

—¡Yo si vengo a esta escuela!–les gritó ofendida, pero los chicos solo la ignoraron.

—En realidad eres invisible eh–habló Haley.

—No me molesta en lo absoluto.

—Eres como el chico de la película qué bello es vivir —le sonreí y ella me miró nerviosa. Seguimos caminando y Haley se encontró con su ex novio... ¿Dylan? Creo que se llamaba así. Con Alex seguimos caminando hacía los asientos.

—¿De verdad crees que soy como él de esa película? —dijo tomándome del brazo y frenándome.

—Solo era una broma, Alex. Sos muy perceptible. Solo que muchas personas no pueden notar cómo sos en realidad. Ellos no te ven como yo —dije conectando con su mirada.

—Gra-gracias, Sam — su tono se notaba nervioso.

—De nada...linda —le sonreí y seguí caminando, pero volvió a frenarme.

—¿Por qué siempre me decís cosas como esas?

—Porque me gusta decirlas y más a vos —me acerque a ella —Si queres no te lo digo más.

—No es eso, solo que...no me tratas como una amiga, pareciera que somos otra cosa —sus mejillas se tornaron tan rápido en un rubor intenso, lo que me causó gracia.

—¿Estaría mal ser algo más? —me acerque aún más a ella sin apartar mi mirada.

—Si... digo no, pero si. No somos nada y no me gustan las mujeres —su voz se escuchaba cada vez más nerviosa y yo solo sonreía ante la situación. Me acerqué a su oído para susurrarle.

—Podría hacer que te gusten —le sonreí y seguí mi camino. Ella se quedó estática en su lugar.

              A lo lejos vi a Tomás; un compañero de trabajo. Estaba junto a las gradas, así que me acerqué a saludarlo. Apenas me vio, se acercó me tomó de la cintura y me besó. Tomás y yo teníamos "algo". Nada oficial. Solo estábamos juntos cuando nos aburrimos. Aunque desde hace unas semanas él se ha comportado muy cariñoso conmigo, yo intentaba ser fría y lejana, pero es que besaba muy bien y también lo hacía muy bien.

—Solo venia a saludarte —le sonreí.

—Es un regaló —me sonrío.

—Gracias. Que te vaya bien, nos vemos mañana.

—¿Tan rápido te vas?

—Sí, solo pase a saludarte.

—Bueno linda, nos vemos mañana —íbamos saliendo, pero antes de salir de las gradas escribí un piropo para Alex así no se sentís tan mal. Fui a buscarla y la lleve debajo de las gradas a solas —Mira, estaba con alguien y vi esto —lo vio pero no le tomo mucha importancia

—¿Tenés novio? —preguntó Alex en un tono raro.

—No, solo es un compañero de trabajo.

—Te vi besándote con él.

—Sí ¿qué tiene? No somos nada nosotras, para que te pongas celosa.

—No estoy celosa. Solo que no hace falta que me mientas.

—No te mentí, solo no te lo dije. No me pareció tan importante.

—¿Te gusta? —me miró con los ojos abiertos esperando una respuesta

—¿Te gusto? —la mire esperando respuesta y ella solo se quedó callada mirándome a los ojos.

Me acerqué, chocando nuestras respiraciones y lo corté con un beso. Estuvo unos segundos quieta hasta que lo siguió, me tomó de la cintura y me acercó más a ella. Nos separamos y nos quedamos mirando.

—No, no me gustas. Te dije que no me gustan las mujeres —se fue dejándome sola.

           Para que no le gusten las mujeres me beso con tantas ganas. El día terminó bien, Alex me miraba todo el tiempo mientras veíamos el juego y cuando yo la miraba ella apartaba la mirada rápido.. El equipo de Manny ganó y todos lo festejamos.
Ya en la noche, golpeé la puerta de la habitación de Luke, para poder dormir con él, ya que Alex me cerró la puerta, supongo que está avergonzada o no sé.

—¿Qué sucede?

—¿Puedo dormir contigo? Alex me cerró la puerta —le sonreí y noté como tragaba saliva.

—Claro... dormir conmigo. Tu y yo, claro —hablabá nervioso.

—¿Estás bien? –sonreí y pase a su habitación —Si te molesta duermo en el sofá.

—No, claro que no, podés dormir acá

🎥Luke

—No voy a desperdiciar esta oportunidad. Desde que llegó a esta casa no he pasado ni un momento a solas con ella. Cuando me podría suceder de nuevo. ¡Nunca! Hoy iba a hablar con ella y poder conocerla.

🎥

—Gracias, entonces. —subí a la cama de arriba y me tapé hasta la cabeza.

          Le escribí a Alex enojada por haberme dejado afuera de su cuarto y que mañana de todas formas me va a tener que ver. Dejé el celular de lado cuando sentí que Luke me llamaba.

—¿Qué pasá? —bajé mi cabeza para mirarlo.

—¿Cómo estás? —lo mire algo confundida por la pregunta tonta, pero igual le conteste que bien.

            Volví a subir mi cabeza y a estar con el teléfono cuando mis ojos se fueron cerrando y aunque escuchaba la voz de Luke preferí dormirme.

L•A•T•A•M (Luke)Where stories live. Discover now