capitulo diez

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Narrador omnisciente

La noche había caído en la ciudad, la oscuridad de las calles eran iluminadas por la escasez de las luces de los postes y los pocos autos que andaban en la noche.

Todos estaban cenando con sus familias, algunas personas ya se encontraban descansando después de un agotador día, por otro lado teníamos a Jennifer Brown, quien estaba histérica en la habitación donde residía en la universidad, marcando una y otra vez al celular de su melliza sin recibir respuestas.

—Hola… soy yo de nuevo, se que estoy siendo algo dramática llamando cada dos minutos pero… Lyra solo contesta una vez y dejaré de hacerlo, por favor. —hablo angustiada con la casilla de mensajes de su hermana.

Naya, mejor amiga de la chica y compañera de piso entró a la habitación con una sonrisa que se borró al ver a su nueva mejor amiga con expresión decaída.

—¿Está todo bien, Jenn?, ¿Dónde está Lyra?. —pregunto viendo la cama vacía de la chica.

—No lo sé. —susurro para romper en llanto en los brazos de su mejor amiga.

Algunos pensarán que era dramática, pero no, una noche como está cuando tenían trece años había pasado algo que marcó la vida de ambas mellizas por el resto de sus vidas y Jennifer se sentía culpable por no haber estado esa noche con su hermana.

Por otro lado tenemos a Jack Ross, quien había esperado toda la tarde a su mejor amigo para contarle algo.

—Hasta que te dignas a llegar. —dijo levantándose del sillón.

—También es bueno verte, Ross. —inquirió con sarcasmo Will entrando a la sala.

—Tengo noticias para ti. —sonrió con emoción, ignorando el sarcasmo de su amigo.

—¿Lyra te ha hablado?. —pregunto caminando hacia la cocina.

—Lyra me ha… espera, yo quería decirlo. —dijo caminando detrás de él.

—¿De qué han hablado?. —pregunto feliz por su mejor amigo.

—No mucho, solo nos saludamos, le pregunté por su día y me ha pedido traerla con Sue, pero luego de semanas que me haya dirigido la palabra es algo bueno, ¿No?. —pregunto con ilusión mientras destapaba una cerveza.

—Claro que sí, es un avance, solo no insistas tanto. —aconsejo a su amigo con una sonrisa.

—Si, no quiero asustarla o algo así. —asintió de acuerdo a lo que decía su amigo.

—¿Y ahora dónde está? —preguntó el moreno.

—Cuando vino se fue con Sue a la habitación, no han salido desde entonces. —respondió para luego darle un último sorbo a la cerveza.

Pero Ross no estaba en lo cierto, Lyra y Sue se habían ido del piso hace no más de una hora sin que el chico se de cuenta, y ahora ambas chicas estaban en el departamento de Liam cenando.

—¿Quieren cenar ya?, Muero de hambre. —se quejó el chico agarrándose el estómago.

—Yo no cenó. —susurro tímidamente Lyra.

—¿Cómo que no? El desayuno y la cena son las comidas más importantes del mundo. —exclamó el chico, viendo hacia ella.

—No ceno, y cenar con otras personas me dan vergüenza. —admitió la castaña con vergüenza.

—Oh vamos, estamos en un ambiente seguro, no te diremos nada, es más hasta podríamos cocinar lo que tú desees. —dijo con emoción mientras se paraba del sillón de un salto.

—¿Cómo es que siempre tienes tanta energía?. —preguntó la morena metiéndose a la conversación.

—Es que soy una persona muy enérgica, mí cuerpo almacena mucha más energía que las personas habituales por eso tengo tanta energía todos los días, tomo pastillas para eso, pero no importa, ¿Qué quieres cenar, estrellita? —explico brevemente, para luego volver al tema principal.

—Me gusta el espagueti. —respondió al ver qué el chico no quería hablar de su condición.

—Entonces haremos espaguetis, vamos, ustedes también ayudarán. —dijo llendo hacia la cocina con emoción.

Ambas chicas compartieron una mirada cómplice antes de ir tras el chico, mientras sin darse cuenta el celular de la chica sonaba en el bolsillo de su campera.

Los tres chicos cenaban en silencio en la mesa del departamento del hombre del grupo, aunque a Liam no le guste el silencio, no quería que Lyra se sienta incómoda con él

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Los tres chicos cenaban en silencio en la mesa del departamento del hombre del grupo, aunque a Liam no le guste el silencio, no quería que Lyra se sienta incómoda con él.

—Está muy rico, Liam. —halago luego de rato Lyra.

—Gracias, ¿Cómo te está yendo con las clases?. —preguntó el chico tomando un sorbo de agua.

—Muy bien, Sue me sigue orientándome en algunas cosas. —respondió la chica que ahora se sentía más en confianza con ambos jóvenes.

—La verdad es que tu lo haces fácil, hablas cuando es necesario y no eres irritante. —admitió la morena frente a la castaña.

—Mis amargadas compañeras las quería invitar mañana a un lado, ¿Creen que puedan?. —pregunto Liam con nervios

—Depende de dónde, no me gusta salir mucho. —dijo la castaña encogiéndose de hombros.

—Voy a terapia. —dijo repentinamente Liam, haciendo que ambas chicas lo vieran — Y bueno, mí terapeuta dice que quizás llevar a alguien a ellas me hará liberarme más hacia los demás y esas cosas.

Miró a las chicas con temor a su reacción, él jamás había dicho algo de sus problemas a otras personas que no fueran su novio y familiares.

—Me gustaría ir, solo dime a qué hora. —Sue fue la primera en hablar, luego Liam vio a Lyra en busca de una respuesta.

—Claro, porque no. —se encogió de hombros.

—Genial, es mañana a las 16 hs. —dijo con alegría por no sentirse juzgado por ambas chicas o con lástima de parte de ellas.

—También voy a terapia, es más mí terapeuta me dio algo así como un diario para anotar las cosas y liberarme más cuando las palabras no salen. —se abrió Lyra para que el chico no sienta vergüenza o algo por el estilo.

—Cool, nunca lo he hecho, podría intentarlo. —sonrió con energía como era habitual en él.

Los tres estaban cómodos ante la presencia de ellos mismos, quizás no lo sabían ahora, pero, una enorme y verdadera amistad estaba creciendo en ese lugar.

A las horas Liam llevó a ambas chicas hacia el piso dónde vivía la morena, se despidieron y entraron al edificio, al subir fueron recibidas por tres personas serias viéndolas mal.

𝐏𝐈𝐒𝐓𝐀𝐍𝐓𝐇𝐑𝐎𝐏𝐇𝐎𝐁𝐈𝐀 ; 𝐉𝐚𝐜𝐤 𝐑𝐨𝐬𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora