Hablemos

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-Quédate Josh, tomamos un chocolate y vemos una película- dije haciendo un mohín.

-No, me encantaría pero tengo que trabajar. Además seguro que Valentina está cansada y quiere relajarse.

-Por mí está bien Josh- dijo ella sonriéndole.

-Puedes venir después del trabajo si quieres, mamá va a hacer pasta- dije levantándole las cejas, ama las pastas de mi mamá.

-Sabes lo que me gusta- dijo él.

-Claro que si. ¿Quién más sino?

Él rió mientras lo acompañaba hacia la puerta.

-Adiós, trataré de venir - dijo mientras me daba un muy dulce beso en la mejilla.

-Nos vemos, entonces- le susurré mientras se alejaba, y se daba vuelta para mirarme. Cerré la puerta despacio, apoyándome en ella, olvidándome completamente de Valentina.

-Wow, cuánta tensión sexual. Hasta se olvidó de saludarme.

-¡Valentina!

-Es la verdad, se comen con la mirada.

-Eso no es cierto.

-Claro que sí - me refutó.

Me senté frente a ella y suspiré, me había atrapado.

-Es muy extraño lo que siento, no sé si está bien- me sinceré.

-No estará bien hasta que termines con Mick.

-Nick - la corregí.

-Si, cómo se llame - dijo sorbiendo su chocolatada.

-Pero lo de Josh no es nada...

-Aún...

-Pero...

-Jenny, terminó con su novia.  ¿Qué más quieres?

Lo pensé otra vez, haciendo cálculos y más cálculos en mi mente.

-No creo que sea por mí...Tengo la cabeza hecha un lío- musité más para mí que para Valentina.

-Yo sabía que te gustaba, te brillan los ojos cuándo hablas de él.

Le tiré una almohada, en parte para que no viera mi rostro enrojecerse.

Debía pensar con urgencia que hacer con Nick y Josh.

                      ~♡~

-¿Hola?

-Jenny... Je...

-¿Quién habla?- pregunté.

-Ni...- contestaron incompletamente, me arrepentía de no haber visto el remitente del llamado.

-¿Qué?

-Ni... Soy Nick, ¿Me oyes? Tengo mala señal.

-Oh, si. Nick son las tres de la mañana. Mañana hablamos.

-No, Jenn aguarda. Estoy tratando de comunicarme contigo hace una semana.

-¿Qué?- dije somnolienta- estuve ocupada, muy... ocupada.

-Jenny mañana llego a Kentucky.

Mi sueño se disipó, mi corazón se paró y me levanté de la cama.

-¿Cómo dijiste?

-Si, mañana tomo el avión, llego a la noche o a la mañana cómo mucho.

-Oh- mierda.

- ¿Estás contenta, bebé?

-Si... muy- mis ojos estaban más abiertos que un plato.

-Nos vemos mañana amor, descansa.

-A... diós- corté la llamada y me volví a acostar deseando no haber tenido esta conversación.

¿Por qué se apresuró tanto? ¿Tan rápido habían pasado dos semanas?

El rostro de Josh tan cerca del mío en el taller hizo que tomara la decisión. Apreté rellamar y Nick contestó alegre.

-Amor.

-Nick.

-¿Qué ocurre?

-No quiero que vengas.

-¿Qué?

-Eso, necesito un tiempo.

-¿Un tiempo? ¿A qué te refieres Jennifer?

-Lo que oíste, no se si quiero...- las palabras en mi mente hacían un remolino impidiéndome pensar claramente- seguir con esto.

-...

-¿Nick?

-Estoy yendo a tomar el primer vuelo a Kentucky. Necesitamos hablar cara a cara.

-¡Te dije que no, Nick! Yo no... ¿Nick?

-...

Mis manos temblaban.

Traté de serenarme, sabía que tarde o temprano ésto pasaría. Sólo debía decirle ya no te amo y adiós.

¿Se daría cuenta de lo que siento por Josh?

No quiero ni recordar lo que le hizo al último chico que sospechaba que quería algo conmigo.

Una ráfaga de temor cruzó por mi corazón. ¿Y si le ocurría algo a Josh? Dios no lo permita.

Cerré los ojos, deseando dormir mas, incapaz de hacerlo le mandé un mensaje a Josh.

¿Estás? Necesito hablar contigo.

No esperé respuesta. Eran las cinco de la mañana.

Cerré los ojos y dormité por unos minutos.

Cuándo desperté una luz blanca titilaba en mi teléfono.

Tengo insomnio, curiosamente estaba pensando en tí. Paso por tu casa ahora.

Estaba tecleando una excusa para que no venga cuándo lo ví por la ventana. Estaba decididamente loco.

Bajé corriendo las escaleras con mi bata rosa.

Abrí la puerta y allí estaba él. Parecía que el hecho de ser demasiado temprano no lo afectaba en absoluto.

Su remera azul ajustada hacía juego con sus joggins del mismo color, su cabello caoba ligeramente despeinado por la suave brisa que corría en combinación con esa sonrisa bonachona y sensual hacían que me temblaran las piernas.

-¿Estás loco? Es muy temprano. ¡Es peligroso!

-No te preocupes, conozco todo- dijo mientras me abrazaba e inhalaba su perfume de brisa marina, dulce y refrescante.

-Aún así es muy temprano.

-Yo me levanto dentro de una hora para abrir el taller, no es para tanto.

-Oh, pensé que si abrías un negocio en tu casa era para abrir a la hora que quisieras.

Él rió y me tomó de la mano, me guiaba lentamente en mi propia casa, yo marchaba a su ritmo, mi voluntad abandonaba mi cuerpo, adecuándose a sus deseos. Sospechaba que me llevaba al lugar al que siempre nos dirigíamos cuándo necesitábamos hablar.

Una sonrisa se formó en mi interior, se veía mejor de lo que había imaginado.

Te quiero cerca (JOSHIFER)Where stories live. Discover now