entre organizaciónes, no hay amor

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Todos miraban con cierto enojo y temor a la mujer, estaba rodeada, por lo que no hizo nada más que tomar a uno de los de la ADA como prisionero, estaba acabada ya, sin embargo, no podían hacer nada con ella sonteniendolo

Dante: "no puedo llevarla al abismo ahora el detective se irá con ella y es un lugar terrible donde si yo bajo, tardaré en encontrarlo" —pensó para si mismo y apretó los dientes con furia

Erszébeth: escuchenme bien, ataquen y verán que este imbécil se irá conmigo ya no tienen escapatoria a menos de que me maten junto con el, acerquense y...
—3 disparos recibió, ni su frase la dejaron terminar dos veces, menuda suerte, uno en la cabeza, y dos en el pecho, fueron disparos perfectos, y ni uno daño a ranpo esta simplemente callo al vacío llevándose casi consigo a ranpo

Ranpo: que carajos mierda!! — trataba de liberarse del agarre, estaba por caerse directo al abismo, cuando una mano tomó su cintura y lo atrajo a él rápidamente, este se aferro a aquel que lo había tomado, aferrándose a sus ropas abriendo lentamente los ojos para ver quién había sido su salvador y vaya sorpresa la que se llevo— ¡¿POE-KUN!?

Poe:—este solo seguía tomándolo, con bastante fuerza para que no se cayera y lo enderezó aún con la mano sobre la cintura del contrario— realmente sirvieron esas balas, ninguno en este mundo le hará daño a ranpo-kun, no mientras yo esté aquí — dijo amenazante hacia el cadaver inerte cayendo al vacío del infierno, dejando al descubierto su ojo derecho del mechón de pelo que los cubría

Ranpo: "hay mierda...poe-kun...eres asombroso" —pensó alegremente y su corazón latiendo con fuerza que se olvidó del corte que había recibido en el cuello

Poe: RANPO-KUN!! TU CUELLO—se separó del agarre y bajo a su cuello manchandose de sangre de aquel chico
—oh fuck...es mi culpa perdoname

Ranpo: nono, descuida...estoy bien
—exclamó calmadamente y tomó su mejilla— ¿tu estas bien?

Poe: estoy bien—tomo la mano que yacía en su mejilla y se recargo en esta con algo de nerviosismo— me alegro que estés bien

Chuuya: ¡ja! Eh vuelto a triunfar—exclamó para el mismo con entusiasmo con los ojos cerrados, la lluvia había cesado y notar esto, el pelirrojo desvío su mirada a los miembros de la port mafia y no dudo mi un segundo y corrió a ellos— ¡PORT MAFIA, REGRESE A CASA!

Kouyo: ¡CHUUYA!—exclamó con alegría y su voz sonaba quebradiza por la tristeza, corrió hacia el muchacho y lo abrazo con fuerza, escondiendo su cara en el hombro contrario— mi querido niño...estas bien

Chuuya:—correspondió el abrazo con cierta timidez, pero no podía rechazar, había extrañado tanto a la mujer que había visto como una madre, no se contuvo y de sus ojos también brotaron pequeñas lágrimas— ane-san...te extrañe tanto...

Akutagawa: chuuya-san...

Chuuya:—miró al pelinegro con cierto toque divertido y extendió su brazo para que se acercara— tu también Aku

Akutagawa no sabía si aceptar o no, miles de pensamientos invadían su mente pero se vio interrumpido por un ligero aventon que le dio cierto chico albino

Atsushi: ¿que esperas? ¡Ve!

Akutagawa:—este solo resoplo con molestia, pero hizo caso y se acercó a su superior abrazándolo, conteniendo las lágrimas, el pelirrojo acaricio su cabeza con ternura— chuuya-san....me alegra que este bien...

Chuuya: nunca podrán matarme

El jefe de la mafia se acercó a este y acaricio su cabeza y suspiro aliviado