Prólogo

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Malaventurados aquellos que luchan contra el destino y como si de engranajes de reloj se tratasen solo consiguen poner fecha y hora a su destino aciago como una sentencia de muerte, que llega cuando la aguja marca su final. Hades acechaba a la vuelta de la esquina, el olor a fatalidad flotando en el aire, la suya no sería una muerte pacífica y Thanatos[1] no podría evitarlo, pero esta no era una historia sobre Acrisio sino sobre su nieto mas toda leyenda inicia de algún modo y sólo las moiras[2] saben cómo el camino acaba.

Acrisio era el orgulloso rey de Argos y tenía una hija tan hermosa que había inspirado la lascivia entre los dioses, incluso entre el más grande de todos, Zeus, pero de eso nada sabía él pues, ¿Qué mortal conocía los designios de un Dios? Al soberano se le hizo llegar una profecía que más bien era una sentencia de muerte. Decía pues que el hijo que Dánae engendrase lo mataría y usurparía su trono.

El rey se creyó más astuto que el destino y encerró a su hija en una torre de bronce bajo la tierra donde ni siquiera los rayos de sol la alcanzaran, pero Zeus aceptó el reto y fecundó a la mortal de todos modos, se convirtió en lluvia de oro para esta tarea y Dánae quedó en cinta. Nació entonces uno de los más valerosos héroes que Grecia tendría el honor de venerar, de cabellos pelirrojos y ojos tan verdes que daban color a la esperanza pues incluso la flor al borde del precipicio desafiaba a la adversidad. Él era Perseo.

Furioso al enterarse de la noticia, Acrisio quiso poner fin tanto a la vida de su hija como la del vástago que había consumado y los dispuso a ambos en un cofre de bronce que arrojó al mar. Tal vez eso les habría matado pero él era el hijo de un dios, que aunque negligente era mediante, y él mismo guio aquella prisión de bronce hasta las orillas de la isla de Serifos donde fueron hallados por el soberano de esos dominios, conocido como Polidectes y su hermano Dictis, quién sería como un padre para el recién nacido.

Polidectes era inteligente y prudente, sabía que aquella llegada era obra del destino y era su deber cumplir los designios de los dioses, así que acogió a ambos extranjeros en su reino y los protegió como si fueran parte de su familia y Perseo creció sano y fuerte hasta volverse un obstáculo insalvable para el soberano, ya que este había comenzado a desarrollar sentimientos por su madre Dánae. El semidiós era muy agudo y vio sus intenciones incluso antes de que las pusiera en práctica. Simplemente él no lo permitió. Donde fuera que estuviera su madre era como una sombra para ella.

Polidectes necesitaba deshacerse de él, así que urdió un plan al que ni siquiera Perseo podría resistirse. Anunció pues que deseaba desposar a la princesa de otro reino cuyo nombre era Hipodamía, y que todos sus siervos debían agasajarle con regalos que ofrecería a ella para conquistarla. Perseo que deseaba alejarlo como de lugar de su madre, no pudo negarse y dijo:

«Yo incluso os traería la cabeza de Medusa si con eso dicha princesa se rinde a vuestros afectos»

No lo dijo en serio, por supuesto, llevaba un par de copas encima y sólo fanfarroneaba como todo hombre embriagado, pero Polidectes lo tomó literal (porque le convenía) y Perseo tenía un defecto y es que cuando daba su palabra, no podía retirarla, así que el soberano lo vio partir una mañana a una misión suicida. Le dijo:

—Parte pues, valeroso Perseo y nada temáis porque cuidaré de vuestra madre como siempre he hecho —Dijo una amenaza que disfrazó de sonrisas mientras pensaba: Y asegúrate de no volver.


Thanatos[1]: Dios de la muerte pacífica, guía las almas de aquellos que perecen de forma pacífica o por muerte natural.

las moiras[2]: Son tres entidades femeninas que personificaban el destino. La mitología griega cuenta que cuando un hombre nacía tejían una hebra y cuando éste moría, la cortaban.

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¡Holaaaa! ¡Holaaaa! ¡No sé si algunos de vosotros venís de El amante del sol, mi otra novela! Jejeje, igualmente bienvenidos a todos, soy Rima es un gusto, acompañádme mientras descubro realmente lo que quiero escribir, no lo tengo muy claro, me estoy dejando llevar la verdad. Pretendo contar por encima los mitos de Perseo, también ahondaré en la relación que tuvo con el dios Hermes, eso lo tengo claro jeje, espero que os guste!!

De bronce y oro (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora