| LVIII |

1.3K 216 23
                                    

Las iluminadas calles de Asakusa eran habitadas por las cientos de personas que iban de aquí para allá

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Las iluminadas calles de Asakusa eran habitadas por las cientos de personas que iban de aquí para allá. Los pasos de las personas eran rápidos y sus ropas elegantes, algunas familias disfrutaban de su tiempo juntos y algunos amigos salían a beber o a alguna fiesta.

Todos estaban felices a su modo.

Exepto un pequeño niño.

En lo oscuro de un callejón un pequeño de piel _____, ojos _____ semejantes a los de un gato y de cabello _____ desordenado, con su kimono roto y manchado de su propia sangre. Por sus mejillas resbalaban sus propias lágrimas que salían de sus ojos cristalizados, con ru rostro entre sus piernas y sus brazos tratando de brindarse calor, sin lograrlo.

Su sollozos eran algo bajos, de vez en cuando miraba a las familias reir juntos o divertirse. Él también quería eso. Quería tener un padre que lo mimara y le diera cariño.

En cambio 'su padre' lo trató mal, obligándolo a comer carne humana y convirtiéndose en una bestia de la oscuridad.

De nuevo comenzó a llorar, sus pequeñas garras traspasaban su piel cuando trataba de abrazarse y de las heridas brotaba más sangre, aquella que manchaba de nuevo sus prendas.

Las heridas no tardaron en cerrarse, solo recordándole el horrible ser que era ahora. Parecía estar hundido en la oscuridad hasta que escuchó algo moverse entre un basurero, interrupiendo su llanto para mirar con curiosidad y al mismo tiempo terror el lugar donde escuchó aquel sonido.

Entre tambaleos se levantó y se acercó a aquel basurero, encontrándose un pequeño gato de color blanco con algunas manchas cafés y negras, con unos enormes ojos de color ámbar.

El gato soltó un maullido cuando lo tomó entre sus brazos, acariciando con extremo cuidado el pelaje del animal y tratando de no hacerle daño.

-¿Te perdiste?—preguntó, como si el animal le fuera a responder.-

-¡Chachamaru! ¿Dónde estás?-

Un grito le hizo pegar un brinco por lo algo fuerte y cercano que era, haciénole mirar la pared al final del callejón, donde aquel grito escuchó. Lleno de curiosidad se fue acercando, tratando de tocar la supuesta pared pero solo traspasándola, revelando una gran casa junto a un jardín.

Quedó impresionado, jamás imaginó que algo se ocultara detrás de esa pared.

El gato escapó de sus brazos para correr directo a quien parecía su dueño, no logró verlo bien a la primera pero cuando se giró a verlo, le sorprendió.

Era alguien con el aspecto de un adulto jóven, de cabello menta que degradaba a negro. Ojos lila con pupila alargada y de piel extremadamente pálida, vestía unos pantalones de hakama azul oscuro y una yukata blanca.

Luna Roja || Tanjiro x Male!readerWhere stories live. Discover now