=Capítulo 42=

54 4 0
                                    


Dedicado a tod @ s mis Wentinez, que sueñen sin límites  💫  y cumplan los deseos que tienen desde lo más profundo del alma  🌬️ , en compañía de sus estrellas y polvo de ellas . Gracias por bailar conmigo bajo la lluvia y el sol  ☀️ , sigamos con esta travesía que hace emocionar a mi extraño órgano  🌙 .

"Enseñame".

Narra Carolina:

Me separé de Gabriel, como si su cuerpo estaba lleno de espinas, él me miró confuso esperando una explicación de mi alejamiento, pero él sabía que yo no necesitaba explicarle nada.

—Caro —intentó volver abrazarme y yo lo empuje un poco, levantándome del escritorio.

—No, no sé qué pensaste con decirme esto, pero por favor vete, agradezco tu honestidad.

Un silencio reinó entre nosotros, mi mente estaba envuelta en sus palabras, en lo mucho que necesita que se fuera, y que nunca volviera a acercarse, su lejanía era el bien que yo necesita.

—Está bien —susurró comprensible—, ¿podemos hablar después? —Asentí y salió de la oficina dándome una última mirada.

La fuerza de mis piernas comenzó a fallar que me quedé tirada en el suelo abrazándome a mí misma, los sollozos esta vez eran más fuertes, al fin lloraba esto después de tanto tiempo, no sabía si lo que decían de mi hermano era verdad, pero él había desconectado a mamá sin siquiera pedir el consentimiento de nadie, yo creí que confiaba tanto en mi, que éramos inseparables, pero solamente fueron ilusiones mías, además de que luego de que muriera mamá comenzó a rechazarme ya evitarme, que un día se fue dejándome sola con papá, él me abandonó.

Era cierto que Gastón había golpeado a Gabriel en nuestra primera cita, estábamos caminando en un parque cuando él llegó a golpearlo, nunca me dijo el por qué, y sinceramente no insistí más en el tema porque estaba más concentrada con que mamá mejorara. Y ahora, tal vez no lloraba porque el causante de mi ruptura con Gabriel fuera mi hermano, porque sé que él pudo haberlo dicho en aquel entonces, en cambio, prefirió humillarme e insultarme bastantes veces.

—¡Señorita Kopelioff! —Gritó Cristina corriendo hasta donde estaba—. Toqué y toqué la puerta y no contestó ¡Por Dios! ¡Qué bueno que la encontré!

Me lancé a sus brazos y lloré como si no hubiera un mañana.

—Llévame ... a mi ... casa ... por..favor —un hipo comenzó a invadirme, mi mamá una vez me dijo que se debía a que las personas guardamos tanto en nuestro interior que no podemos controlarlo, no podemos expresarlo porque es demasiado, y es como una explosión que no se puede apagar ni controlar, simplemente necesitamos estallar.

-All Right.

Me tomó de los hombros ayudándome a levantarme, suspiré tomando mi bolso y reprimiendo algunos sollozos, comenzamos a caminar hacia la salida, y sin que yo se lo hubiera pedido, ella me había cubierto el rostro, de hecho, ella se encargó de pedirle a los empleados que no salieran de sus áreas para que no me vieran así, de verdad que es una gran persona.

«Yo ... solamente quisiera regresar el tiempo».

—Gracias ... —murmuré cuando me abrochó el cinturón.

Su acción me recordó cuando Agustín me consoló en el hospital, él siempre estaba en mi mente, era gobernante de mi ser.

—Veo que por fin sonríe después de dar vuelta a la izquierda—, ya ​​se está sintiendo mejor.

"La magia de un bar"Where stories live. Discover now