=Capítulo 53=

60 8 40
                                    

Último capítulo... 💃🏻✨🍷

"Una y mil veces." 1:23

(Escuchar a MYA).

Después de tres meses.

Narra Carolina:

—¡¿Es enserio Carolina?! —preguntó asombrada Ana, mi línea de ropa estaba totalmente terminada y ella le había dado un vistazo a mis diseños diciéndome con cada uno que es terriblemente hermoso.

—Muchas gracias Ana, me siento tan feliz, ¿sabes? —ella me dio un abrazo y luego suspiró.

—No quiero arruinarte el momento con "lo mismo" —hizo las comillas con sus dedos y enarqué una ceja al descubrir de qué hablaba—, Jorge ayer fue a ver a Agustín, al parecer le está yendo bastante bien, por lo menos deberías felicitarlo Caro.

—No lo sé —susurré confusa dejando el cuaderno de dibujo sobre el escritorio, nos encontrábamos en la oficina ya que ahora soy yo la que está a cargo.

Ella se levantó de la silla y se acercó a la ventana donde podían ver pasar a las personas y a los autos.

—A mi me parece que sí tienes que hacerlo, él te ayudó hace un mes con tu problema de contabilidad y luego con la administración de archivos, según tú lo ignoras, pero ahí estás pidiéndole ayuda dándole esperanzas —se dio media vuelta para verme y cruzó los brazos.

Hice una mueca al escuchar nuevamente lo mismo día tras día.

—Ya te he dicho que es porque no conozco a nadie más que sea el presidente de una empresa —ella rió con ironía.

—Ajá y yo no me caso el jueves, Carolina, ¿cuándo dejarás de inventar excusas? —iba hablar, pero me interrumpió al instante—. Jorge es el presidente de una empresa, al igual que Ruggero y tú hermano Gastón, y no pongas de pretexto que tu hermano está en otro país porque él por ti, viene en tres segundos.

Me callé, tenía toda la razón, no podía decirle nada para defenderme de mis miedos.

—Ya sé que te preocupa el dañarlo, pero le estás haciendo más daño así, le das a entender que lo quieres y luego que ya no, ninguna persona debería de sentir eso Kopelioff —dijo en modo regañona, aunque tenía absolutamente la razón, no era justo lo que hacía.

—Ya sé, pero ...

Mis palabras fueron calladas por los golpes en la puerta, después de decir el pase entró Agustín, justo el rey de roma.

—Hola —saludó a ambas.

—Hola —murmuré tímida, me daría realmente un infarto si hubiera escuchado la conversación de hace un momento.

—Bueno, ya me voy, piensa en lo que te dije Carola —me dio un abrazo y le dio un beso en la mejilla a Agustín—, adiós.

Salió de la oficina y nosotros nos quedamos viendo hasta que él rompió el silencio:

—Vengo a...

—No voy a salir contigo —lo interrumpí al instante.

—Justo eso quería oír —sonrió apenas y fruncí el entrecejo—, ya no pienso molestarte más, por tres meses enteros he venido a ti, y sé que si no quieres no puedo obligarte, así que te deseo lo mejor, alguien que te ame completamente, que te respete y que podamos ser amigos en el futuro Kope, te agradezco por tanto, me hiciste creer en cosas que nunca se me han hecho coherentes y me has inculcado extraños hábitos que me hacen muy feliz, lo que tuvimos fue muy lindo y quiero que experimentes lo triple —no dije nada, estaba en completo estado de shock.

"La magia de un bar"Where stories live. Discover now