Las escandalosas - Spin-off - Red Tales - *COMPLETA* ☑️

Capítulo 9.- La primera noche

Bonnie

La cena ha sido inusitadamente tranquila. Los chicos han estado por su lado, nosotras por el nuestro y no ha habido percances. Hemos ido al pueblo a cenar, que tampoco es muy difícil llegar, hay una acera que va desde el hotel hasta la zona social donde están los restaurantes y demás, a unos cien metros de distancia.

El caso es que creo que todos estábamos agotados del viaje más el día de playa, así que tras la cena hemos vuelto al hotel. Yo me he metido en la habitación de mis amigas, donde he dejado mis cosas, por cierto, porque no me fío de Monique y me he puesto el pijama aquí. Por suerte mi habitación solo está un par de puertas más allá. Las de los chicos está en la otra ala de la misma planta y se supone que los profesores estarán pendientes. A saber.

―Puedes dormir aquí si quieres, juntaremos las camas y habrá sitio para todas ―sugiere Taki, empezando a empujarlas.

Pero, por tentador que suene, no quiero renunciar a una cama para mí sola. Además, no quiero que Monique piense que me da miedo o algo parecido. Compartir cama con mis amigas para una noche bien, pero para seis, pues es peor idea. Acabaremos con dolor de espalda.

―No os preocupéis, me iré a dormir allí. Volveré para vestirme a primera hora y ya está.

―Puedo dormir yo en la habitación con Monique ―sugiere Ashley.

―Ni de coña te voy a dejar dormir con ella para que la convenzas de que salga con tu novio. ¿Estás loca?

―¿Qué? ―pregunta Audrey.

―¡Bonnie! ―se queja Ashley.

―¿De qué habla, Ashley? ―pregunta Audrey.

―Ya lo habláis vosotras, yo me voy a mi cuarto...

―¡Era entre nosotras, Bonnie! ―me regaña Ashley, mientras salgo de la habitación.

Me gustaría decir que se me ha escapado, pero no es verdad. Cuantas más seamos en la oposición más probable es que se le quite esa idea de la cabeza. Corro hasta mi habitación para que no me alcancen y cuando entro me choco con Monique y vamos las dos al suelo.

―¡¿Qué haces, idiota?! ―me grita, empujándome para quitarme de encima de sí.

―Perdona... Digo... ¡Fastídiate!

Qué difícil es ser yo. Me tiro sobre una de las camas y la pesada me dice que es la suya. Me han dejado la del centro, y me parece fatal, pero me muevo a mi cama y me meto debajo de la sábana. No me fío de que esa loca me apuñale mientras duermo o algo parecido. No sé si la sábana impedirá algo, pero me siento más a salvo. La otra chica no está, aunque hay algunas cosas revueltas sobre su cama.

―Oye... Sé que no nos llevamos bien ―me dice Monique tumbándose en su propia cama.

―Y que lo digas.

―Pero mañana... ¿Puedo quedarme con vosotras? Annabelle es una puta loca y...

―Está bien, no te arrastres, puedes venir ―le concedo con falsa soberbia. En realidad, me alegro de que se haya dado cuenta, nosotros no íbamos a rechazarla de base, fue ella la que se puso chula―. Pero tienes que saber que Christopher está pillado.

Resopla. Se gira en la cama y me mira. Ninguna hemos apagado la luz del pequeño pasillo donde está el baño y la puerta del dormitorio, y la veo perfectamente.

―Te aseguro que no es mi tipo.

―Te he visto tonteando con él ―le digo, molesta porque me tome por idiota.

―Fue majo y pensé que si le gustaba no me quedaría sola... Pero lo entiendo, no quiero meterme en mierda complicada, ¿sabes? Lo que pasa es que me he pasado toda la tarde viéndoos jugar y más aburrida que una ostra y... no sé.