04

2.7K 204 84
                                    

———————————————————

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

———————————————————

DEREK

-¿Estás seguro de que puedes quedarte solo con ella?- inquirió Ann.

-Ya van como 60 veces que me preguntas eso.- comenté, a lo que recibí una mirada de reproche. -Tranquila, estaremos bien.- aseguré.

Tenía en brazos a la pequeña Talia, mientras ella sostenía el peluche de lobo que Stiles le había regalado. Ann al ver que la bebé se removió en mis brazos y casi se cae, me miró alarmada.

-Mi salida con Isaac pude ser otro día, estoy segura de que entenderá.- dijo.

Dejé a nuestra hija en la cuna que teníamos a lado de nuestra cama, para después acercarme a mi esposa. -Hace mucho que no tienen un día de hermanos, te aseguro de que estaremos bien.- no se veía convencida. -Confía en mi.-

-Confío en ti, solo que no quiero dejarte solo con ella, a veces puede ser muy inquieta.- murmuró.

Tomé el rostro de la rubia entre mis manos. -Preciosa, pude contra un alfa psicótico, un kanima, una manada de alfas, un Darach y una lista de muerte, creo que puedo con nuestra hija.- aseguré.

La señora Hale soltó una carcajada, a lo que sonreí, nunca me cansaría de escucharla reír, y mucho menos si esa risa era por mi causa. -De acuerdo, pero si sucede algo, no dudes en llamarme.-

-¿Están vestidos? Voy a entrar.- la voz de Isaac sonó del otro lado de la puerta. Entró a la habitación con una mano sobre sus ojos.

-Ya puedes destaparte los ojos.- avisó Ann.

-No sé para que preguntó si están vestidos, ya que la bebé está aquí.- dijo a lo que la rubia se encogió de hombros. -Annie, ya tenemos que irnos.- avisó.

El chico Lahey se puso a jugar con la pequeña, haciendo caras graciosas y elevándola en el aire, en lo que su hermana se terminaba de poner sus zapatos.

Cuando se levantó de la cama, se acercó a mi y puse mis manos en su cintura. -Cualquier cosa llámame, ¿de acuerdo?- murmuró.

-Ya me lo habías dicho.- dije, para después acercarla a mi y darle un beso, sus manos subieron a mi nuca, con mi lengua delineé su labio inferior para que me diera permiso de entrar. Nuestros labios se tocaron una y otra vez, nuestras lenguas jugueteando. Parecía que ambos competíamos por ver quién era más rápido, más profundo, más placentero, para ver quien tomaba el control.

-No sean asquerosos, hay una bebé presente.- dijo Isaac. Los dos nos separamos ligeramente, divertidos por su comentario.

Dejé un beso en la frente de mi esposa. -Ya váyanse.- dije.

La rubia me volvió a dar un beso y ambos dejaron un beso en cada una de las mejillas regordetas de Lia, quien se encontraba en los brazos de su tío. Ellos acomodaron a la bebé en su cuna y se despidieron para salir del lugar.

Protect || Derek Hale Donde viven las historias. Descúbrelo ahora