QUINTA CALLE

88 51 7
                                    

Ya conté más de noventa desayunos desde su partida,
ya anoté más de mil líneas y no logro describir mi sentir.
Ya me cansé, incluso he pensado en quitarme la vida,
ya no podré verle y así ya no quiero vivir.

Odio que ya se haya marchado,
¡Oh Dios!, ¿por qué la quitaste de mi lado?
Obvio, debe ser un juez despiadado,
¿o vio en mí un ser sirviente al pecado?

¡No importa!

Solo se que ya no apagarás otra velita,
que ya no podré cantarte otras mañanitas,
que ya no podré tomar tus bellas manitas,
que ya no escucharé esas historias infinitas.

¡No puedo aceptarlo!

Parece que fue ayer cuando guiaba mis pasos,
anoche soñé otra vez con su voz, con su abrazo.
Ya pensé y pensé en salir de este ocaso,
no tiene caso, si no está, mejor me doy un balazo.

¡Me azota, éste recuerdo me azota!
Otra noche que no duermo, otra mañana que no quiero.
¿Vivir sin ti? no quiero pagar esa cuota,
otra vez siento que me ahogo, que me muero.

Para qué seguir vivo si ya no veo vida,
si ya no busco vida para seguir vivo.
Todo lo que toco adquiere olor a podrido,
soy una extraña versión del rey midas.

Todos dicen, ¡vamos, no te rindas!
Me colman de amor y frases lindas,
me dan el pésame y tu nombre olvidan.
Hablan de cruda y ni conocen cantinas.

Ya estoy desesperado, odio que estés en otro sitio.
Me la paso limpiando, buscando un orden perfecto.
Te veo en todas partes, estoy perdiendo el juicio,
mi aspecto de espectro confirma el efecto.

¿Qué sigue?

¿Me quedaré estancado en tus fotos y recetas?
¿Caminaré la vida anclado a tus creencias?
¿Envejeceré buscando tu amor y tu presencia?
¿O seguiré y usaré como chispa tu ausencia?

¡No lo sé!

Solo quiero dormir y llorar de enero a enero,
pero todos dicen: ¿ya estás bien? ¿ya mero, ya mero?
Y yo: ¡no puedo, no quiero! ¡Me muero, me muero!
Y mis ojos no entienden, siguen sin lagrimeo.

Odio no haber sido más bueno.
Odio no haber dicho te quiero.
Odio sufrir y que piensen que miento.
Odio que te hayas marchado antes de tiempo.

Nueve calles de lutoWhere stories live. Discover now