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—¡¿A dónde van?!
Ambas, Nayeon y Momo pararon en seco frente a la puerta al escuchar a Chaeyoung gritar desde la cocina.
—A comprar algo de ropa. —Nayeon dijo justo antes de sentir un manotazo en su brazo. Bajó levemente la mirada para ver a Momo y una mirada amenazante. —¿Que demonios te ocurre? ¿Por qué me golpeaste? —Susurró.
—¿Puedo ir con ustedes? —Chaeyoung gritó de nuevo.
Nayeon miró a Momo en silencio y Momo miró en silencio a Nayeon.
Ninguna palabra estaba siendo intercambianda pero eso no quería decir que su mente se encontraba en blanco.
—Crei que dijiste que la invitaste y dijo que no. —Nayeon dijo en otro susurro.
—Bien. —Encongió los hombros. —No lo hice. Pero es solo por qué no quería que Chaeyoung me acompañara a solas. —Confesó. —No creo que su estilo de ropa me guste demasiado para una primer cita ¿Entiendes?... ¿Y si escogía algo que no me gustara? ¿Cómo se lo hubiera dicho? Su sentido de la moda es algo excéntrico y-
—¿Hola? ¿Siguen ahí? —La menor de las tres habló de nuevo.
—Uh, si cariño. Ve y alístate. —Nayeon gritó de vuelta. Seguido escuchó un correteó desde la cocina hasta una de las habitaciones. —Deja de ser tan inmadura. —Regañó a Momo.
—Solo no quería lastimar sus sentimientos.
—No se que es lo que pensaste que podía escoger para ti pero creo que estás equiv-
—Lo primero que pensé fueron overoles de mezclilla con fresas o algo asi. —Momo dijo rápidamente. —O algún sombrero viejo y yo... bueno, quiero lucir linda. Quiero lucir como una mujer que quiere un trago, no como una niña que quiere un helado.
Nayeon levantó sus cejas a aquella respuesta.
—No puedo creer que la misma chica que besaba los pies de Kim Dahyun hace unos meses esté esforzándose hoy por parecer una mujer madura para un hombre.
Momo abrió su boca incrédula.
—Okay, primero que nada creí que Dahyun era mi alma gemela en ese entonces, lo cual fue una estupidez por qué solo cambió el color de su cabello sospechosamente al mismo tiempo que yo cambié el mío. Y segundo... —Un puchero levantó sus labios. —Dijimos que no hablaríamos más de eso, es un tema sensible para mí.
—Seguro.
.
Después de unos minutos de espera frente a la puerta, una pequeña Chaeyoung con overoles negros y un bucket hat sobre sus cabellos dorados apareció.
—Listo. Ya nos podemos ir. —Dijo.
Momo vio a la mayor con esa mirada conocedora. Un "te lo dije" resonó en la mente de Nayeon al ver aquellos ojos. —¡¿A dónde van?!
Ambas, Nayeon y Momo pararon en seco frente a la puerta al escuchar a Chaeyoung gritar desde la cocina.
—A comprar algo de ropa. —Nayeon dijo justo antes de sentir un manotazo en su brazo. Bajó levemente la mirada para ver a Momo y una mirada amenazante. —¿Que demonios te ocurre? ¿Por qué me golpeaste? —Susurró.
—¿Puedo ir con ustedes? —Chaeyoung gritó de nuevo.
Nayeon miró a Momo en silencio y Momo miró en silencio a Nayeon.
Ninguna palabra estaba siendo intercambianda pero eso no quería decir que su mente se encontraba en blanco.
—Crei que dijiste que la invitaste y dijo que no. —Nayeon dijo en otro susurro.
—Bien. —Encongió los hombros. —No lo hice. Pero es solo por qué no quería que Chaeyoung me acompañara a solas. —Confesó. —No creo que su estilo de ropa me guste demasiado para una primer cita ¿Entiendes?... ¿Y si escogía algo que no me gustara? ¿Cómo se lo hubiera dicho? Su sentido de la moda es algo excéntrico y-
—¿Hola? ¿Siguen ahí? —La menor de las tres habló de nuevo.
—Uh, si cariño. Ve y alístate. —Nayeon gritó de vuelta. Seguido escuchó un correteó desde la cocina hasta una de las habitaciones. —Deja de ser tan inmadura. —Regañó a Momo.
—Solo no quería lastimar sus sentimientos.
—No se que es lo que pensaste que podía escoger para ti pero creo que estás equiv-
—Lo primero que pensé fueron overoles de mezclilla con fresas o algo asi. —Momo dijo rápidamente. —O algún sombrero viejo y yo... bueno, quiero lucir linda. Quiero lucir como una mujer que quiere un trago, no como una niña que quiere un helado.
Nayeon levantó sus cejas a aquella respuesta.
—No puedo creer que la misma chica que besaba los pies de Kim Dahyun hace unos meses esté esforzándose hoy por parecer una mujer madura para un hombre.
Momo abrió su boca incrédula.
—Okay, primero que nada creí que Dahyun era mi alma gemela en ese entonces, lo cual fue una estupidez por qué solo cambió el color de su cabello sospechosamente al mismo tiempo que yo cambié el mío. Y segundo... —Un puchero levantó sus labios. —Dijimos que no hablaríamos más de eso, es un tema sensible para mí.
—Seguro.
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Después de unos minutos de espera frente a la puerta, una pequeña Chaeyoung con overoles negros y un bucket hat sobre sus cabellos dorados apareció.
—Listo. Ya nos podemos ir. —Dijo.
Momo vio a la mayor con esa mirada conocedora. Un "te lo dije" resonó en la mente de Nayeon al ver aquellos ojos.
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