Día 17: Un sabor conocido.

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Desperté...
Hoy no soñé nada.
Los chicos pasarán por mi en unas horas.
Hoy decidí vestirme para la ocasión, bueno después de todo solo es el cine.
Tomé una ducha, el agua caliente caía sobre mi cabello y recorría mi piel...
Salí, un pantalón negro, unas botas obscuras y una camisa blanca me vendrían bien acompañada de mi chaqueta de cuero.
Bajo a comer algo antes de irme.
En el congelador solo había carne en guisado y lo acompañe con un vaso de jugo de naranja.
Suspiro...
Creo que es hora de ir.
Tocan la puerta y salgo a abrir...

- Tadeo...wow viejo te ves increíble, te ves como tu jaja. Dijo Kale sorprendido.

- Gracias Kale... Robin, Tomás que tal chicos?

- Te ves muy bien hoy Tadeo. Dijo Tomás con alegría.

- Viejo, la estas rompiendo con ese estilo. Dijo Robin emocionado.

- Basta de alagar tanto, montate en el auto Tadeo, la función será pronto y aún tenemos que comprar entradas y golosinas para disfrutar.

Me subí al auto de Kale y comenzo a manejar, la ciudad se veía prevenida ya que pareciera que pronto lloveria.
Finalmente llegamos al cine.

- Buenas tardes señorita me gustaría dos entradas... Continuaba hablando Kale.

Por otro lado nosotros teníamos nuestra propia conversación.

- Y que tal Tadeo, ¿te han servido todas las cosas que te ha mandado el doctor para acostumbrarte?. Dijo Tomás.

- Así es Tom, he aprendido de todo un poco, me parece interesante todo esto, aunque aveces es un poco extraño todo.

- ¿Porque?. Dijo Tomás.

- Es como volver a nacer a mis 25 años y tratar de aprender a hacer todo, apenas he logrado aprender a caminar de nuevo en este mes gracias al doctor.
Me inquietan algunas cosas de mi vida.
Por cierto Robin.

- ¿Que ocurre viejo? Dijo Robin atento.

- Que querías decir ese di... Y fui interrumpido.

-Venga chicos, ya tengo las entradas, vayamos a la sala. Dijo Kale.

- Venga vamos que hemos llegado un poco tarde. Dijo Robin olvidando lo que le estaba diciendo.

Entonces entramos a ver la película fueron 2 horas de acción y diversión, comer golosinas y saltar de emoción, sinceramente fue una experiencia que me ha despejado y finalmente salimos de la sala.

- Que increíble que existan un enlace neuronal para controlar tremendas máquinas, no crees eso Tadeo? Dijo Robin como niño emocionado.

- Jaja debo admitir que tienes razón. Dije con una sonrisa en el rostro.

Salimos y estaba lloviendo, el auto estaba a 4 cuadras del cine.

- Vaya sorpresa, esta lloviendo. Dijo Kale.

- Esto parece tardar un poco, es una simple llovizna, porque no tomamos algo en lo que platicamos de la peli.
Dijo Tomás.

- Excelente idea viejo, ¿pero que podemos tomar? Dijo Robin.

Vi las gotas de lluvia, me concentre tanto en esa frescura y relajación que de momento salió de la nada de mi boca decir...

- Café... Dije perdido en la lluvia.

- Suena bastante bien, porque no vamos a la cafetería que está a dos calles, dicen que sirven un exquisito café. Dijo Tomás.

Todos estuvieron de acuerdo, entonces comenzamos a caminar.
Hasta llegar cerca de esa cafetería "El sabor de la última vez" era su nombre.
Pude sentir el aroma del café desde afuera.

- huelen eso, es tan delicioso aroma, quiero probarlo ya. Dije emocionado.

Ellos me miraban sorprendidos de mi actitud.
Entramos y tomamos asiento, acomodamos nuestras chaquetas en el perchero.

- Cuatro americanos en taza grande porfavor. Dijo Tomás.

Sentí un extraña sensación por mi cuerpo, mis manos temblaban, sentía emoción pasar por mi mente.

-Aquí tienen jóvenes.

Gire la cabeza a ver al mesero, mis ojos se iluminaron, mi corazón comenzó a latir muy rápido dentro de mí.

-Oye Meri, aquí tienes el azúcar.

Fue lo último que escuché antes de perderme en sus ojos.
No se que pasó, mi corazón latía en mi oídos...
Tomé mi taza... Cerré los ojos y bebi.
Cuando baje mi taza de café, una lagrima salió de mis ojos.
Mire a esa mesera de nombre Meri, sus ojos estaban llenos de lágrimas.

-¿Y este sabor? ¿Porque llora ella?

No sabía porque pasaba todo eso.

Terminamos de beberlo y salimos de esa cafetería.
Sabía que un día volvería por otro café.
Ella sonreía al verme irme con felicidad y tristeza a la vez...
Y lo único que pensé es...

- "No sabía que existía alguien tan hermosa".

"El sabor de la última vez" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora