MASTER | Draco Malfoy

eight

TW Menciones de violación, abuso.

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CAPÍTULO OCHO

El fin de semana no podría llegar lo suficientemente pronto. Las palabras de Malfoy se pegaron a lo grueso y lo delgado. Mis calificaciones no se habían movido ni una pulgada y se habían mantenido en el nivel inferior.

Y su continua sonrisa de diversión cada vez que mi fruncido almorzaba juntos me enfureció cada vez. Cada vez que el pergamino golpeaba mi escritorio, venía con una suave risa de él.

Aparte del agua regular de colonia y menta, por supuesto.

Pero eso solo fue lo único que me gustó del hombre. Todo me molestaba. Cualquier cosa que hiciera, me hacía hervir la sangre.

Quería una reacción y ciertamente la consiguió. Pero no le iba a permitir dictar mi vida. Y estaba listo para demostrarle que estaba equivocado.

Sin embargo, el fin de semana estaba aquí y me condenaría si no lo disfrutara. Al menos Cherry lo haría.

Por lo tanto, decidimos ir y dirigirnos hacia Hogsmeade durante la primera mitad del día y jugar desde allí.

Actualmente estábamos caminando por el desierto, el pequeño pueblo estaba a unos cinco minutos de distancia, por lo que nuestro viaje casi había comenzado hasta su fin.

Pude ver los picos de los edificios en la distancia lejana mientras el humo de la chimenea llenaba mi visión. El sonido de la charla y la risa se hizo más prominente y aparecieron más pasos grabados en el barro.

—Aparentemente Tamsin y Maxy Boy han estado prometidos.—Talulah se apertó, la tranquilidad en su voz tan débil.

Rápidamente giró y escaneó el área para asegurarse de que fuera segura para los chismes.

—¿En serio?—Pregunté a cambio, mi propia sorpresa satisfactoria.

Tamsin y Maximus. El rey y la reina Slytherin. Aquellos que todos idolatraban o temían. Eran el trío de la escuela, ellos dos y Luke.

Y me avergonzó que todavía lo aceptaran con los brazos abiertos después de todas las cosas que me hizo. Tal vez los tenía convencidos de las tonterías que trató de decirle al consejo escolar.

—No me sorprendería.—Cherry se encogió de hombros, —Esas familias están locas.

—Ni siquiera sabía que empezarían a salir.—Dije sorprendida. La pareja había sido ciertamente extraña.

No fue un caso del hecho de que ella fuera suave y él fuera duro. Tamsin nunca pareció el tipo de persona interesada en alguien como Max. Eran polos opuestos.

Y aunque algunos dicen que los opuestos atraen, estos dos eran metales que ni siquiera la fuerza magnética los pegaría.

Nunca parecían el tipo de pareja para llevarse bien más que la amistad. Así que imaginarlos involucrados románticamente, me molestó un poco. ¿Era el tipo de relación en la que tirabas de su cuello hacia atrás con cejas fruncidas y pensabas realmente?

—Los dos me daban malas vibras.—Cherry frunció el ceño, su atención se desvió hacia los paneles de la tienda por los que pasamos.

—De hecho, un emparejamiento bastante extraño.—Agregué. Mis ojos siguiendo su propia dirección.

Los estudiantes pasaron, excitaron remolinos y muchos estacionaron fuera de las tiendas de dulces y librerías. La Navidad estaba sobre nosotros y muchos ya estaban luchando por regalos.