nineteen

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TW Contenido maduro.

CAPÍTULO DIECINUEVE
point of view Olina Joy

—Draco- Tengo que irme...—Me reí.

A pesar de mis súplicas, Draco ignoró descaradamente y continuó besándose debajo de mi pecho y hacia la parte inferior de mi abdomen. Represalias de la manera que él deseaba, traicionando en última instancia donde mi mente gritó que no.

Suspiré mientras se acercaba cada vez más, luchando contra el placer que fluctuaba por mis venas. Mi parte inferior seguía ardiendo por haber sido acelerada hace unos cuarenta minutos. Sin embargo, mi cuerpo reaccionó asombrado como si pudiera tomar más. Hoy parecía voraz.

Mis ojos se volvieron hacia atrás, sofocando un gemido.

—No. Draco, yo...

—¿De verdad me estás privando de la cena, Olina Joy?—Draco susurró contra mi piel.—No es amable quitarle comida a otro.

Sus labios estaban en el lado derecho del hueso de mi cadera, los ojos mirándome como si se hubiera atrevido a que respondiera a la pregunta.

Tal vez fui estúpida. Tal vez no.

En cualquier caso, Draco dijo que le gustan las buenas chicas, pero se conformó con alguien como yo que remotamente no calificó dentro de ese criterio. Qué lástima.

Le ahuequé la mandíbula con las puntas de mis dedos y lo tiré hacia adelante, envolviendo sus labios con los míos.

Todavía probaba la eterna menta y el pastel de manzana. Dulce y caliente mezclado con puntiagudo y frío. Sentí como si estuviera enjambrado por burbujas y agua caliente.

—Tal vez mañana.—Se lo dije.

Al instante frunció el ceño: —¿Tal vez? No lo creo, joder. ¿Recuerdas quién está a cargo?

—¿Cómo puedo olvidarlo?—Suspiré mientras me sentaba, con las rodillas sobre el borde de su cama, empecé a vestirme.

Donde Draco se quedó guiado en la cama, apoyado en un brazo, el otro pasó a través de su cabello mientras me veía pasar de desnudo a envuelto. —Exactamente, entonces decidiré cuándo, cómo, qué y dónde te quiero. Lo haré delante de tus compañeros si así lo deseo.

—Pero no lo harás.—Sonreí, sabiendo que había sido un hecho.

Draco puso los ojos en blanco.

—Solo voy fácil contigo porque tienes exámenes sorpresa el jueves. Te sugiero que estudies.

—¿Pruebas sorpresa? Sabes que los estudiantes te van a odiar por eso,—peinándome el pelo con los dedos, escondí mi varita en los bolsillos internos de mi manga.

Draco resopló, encogiéndose de hombros sin remordimiento nublando su anteaño. —Como si eso me importara. Pueden odiarme todo lo que quieran, todavía voy a probarlos.

Mis cejas fruncidos y me detuve una pausa para echarle un vistazo.

—También es un poco injusto que me digas esto y - nadie más. ¿Esperas que todos fracasen, pero me animas a engañar al sistema?—Me he asotado.

Draco gruñó, con las cejas montañosas por la diversión. —Nunca te diré nada sobre los exámenes, y espero por Salazar que no fracases. ¿Recuerdas la última vez?—Draco sonrió, su arrogancia ya condenó su ego a empañar.

Esa destreza egoísta debería ponerse a prueba si no podía mantenerla cerrada. Y yo haría algo más que encender a su gruñidor territorial. Podría ser más que malo. Más de lo que mencionó.

MASTER | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora