Capítulo 5: investigar.

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–Haber Valt dime una cosa ¿somos amigos no?

– ¿Me dijiste Valt?

– ¡¿Qué no es obvio?! ¡¿Acaso no te llamas así o qué?!

–N-no es eso...

– ¿Entonces?

–Tu nunca me llamas por mi nombre y me dejó bastante sorprendido es todo.

–Ahh.

–Sigo sin entender como terminé siendo tu amigo Tsk–me quejé pues realmente no entendía a Lui.

–Sabes perfectamente que no soy tan amigable como Rantaro, pero realmente te aprecio como amigo y a veces creo que no me tienes confianza, pero si puedo ayudarte cuenta conmigo Valt.

–Mejor te lo digo ya, no es necesario que me asustes ¿sí?

–Uno quiere ser amable y no dejan~

–La verdad es que estos últimos días he ido a la casa de Shu, pero no es lo que parece, la primera vez que fui por eso de las actividades escolares él me había dejado en claro que le caía mal y así, entonces pasaron algunas cosas conocí a su mamá y bueno quien me ha invitado a su casa es la señora Yashiro.

–Ya veo... –Escuché un suspiro muy profundo de Lui y como si estuviera bebiendo algo le dio un sorbo y luego habló –Ven mañana a mi casa, pero no lleves al par de torpes.

– ¿Para qué?

– ¡VEN Y NO PREGUNTES! –fue lo último que me gritó para dejarme con la duda y el celular en la mano.

La noche llegó y Rantaro nada que aparecía, ya eran más de las 12 y nada. Lo esperé como él lo hace conmigo, pero me quedé dormido. La alarma apenas si me alcanzó a levantar, tenía sueño y no había preparado mi almuerzo. Me fui a la Universidad y tenía más sueño que ganas de venir a las clases, pero ya me faltaba poco para terminar el semestre y no me podía dar el lujo de reprobar.

No me di cuenta que Rantaro y Wakiya estaban en el salón, no tenía ni la más mínima idea de lo que el profesor estaba explicando, solo sentí que mis ojos se desvanecían en un tono negro.

.

.

– ¿Estas bien Valt?

La luz me calaba en los ojos, creo que estaba en la enfermería...

"¡ME QUEDÉ DORMIDO! ¡NO PUEDE SER!".

– ¡No puede ser! ¡Me dormí! ¡Soy un idiota! –grité levantándome de golpe, fue lo peor que había hecho.

–Tranquilo, si te sentías mal no debiste haber venido.

– ¿Kurenai?

–El profesor dijo que no había problema por esta vez.

–Gracias por traerme, pero si me vuelve a suceder déjame ahí ¿sí?

Me senté rápidamente y me empecé a poner los zapatos, lo que menos quería era quedarme a solas con él.

–Escucha, ayer te dije que nos fuéramos juntos, pero me dijeron que te habías ido ¿estas molesto o algo?

–N-no, para nada –algo muy en el fondo de mi si se molestó.

– ¿Entonces?

–Solo tuve una emergencia es todo.

–Bueno ¿Y si hoy si nos vamos juntos?

–No puedo, estaré ocupado.

Por fin me había terminado de poner los zapatos y tomé mi mochila y salí de la enfermería. No me quería relacionar con Kurenai, pero algo sentía que me obligaba y me sentía ansioso por saber esa información.

No eras tú, fue él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora