09

257 24 31
                                    

 Nuestras manos estaban entrelazadas antes de entrar aquel día en clase.

Ambos nerviosos porque teníamos un examen bastante complicado, pero sabíamos que podíamos con él.

No me esperaba que en pleno examen se pusiera a susurrar con un compañero de clase, ambos copiando mientras los demás alumnos le hacían preguntas al profesor.

Veía mi examen y me agobié al darme cuenta de que era bastante complicado.

Me quedé en blanco.

Ese día fue algo difícil para mí porque sabía que era un chico enamorado que iba a suspender varios exámenes mientras que mi hermano se follaba a alguna chica y aprobaba con notas muy buenas.

Menos mal que ese día estaba mi madre conmigo en casa.

No quería ni ver a Tania porque me molestó que hubiera copiado como hizo toda la clase.

Todo el mundo aprobó menos yo. El profesor se decepcionó mucho conmigo pensando que estaba empeorando cada vez más en todas las asignaturas.

Mis notas empezaron a bajar mientras estaba sentado delante de mi escritorio escribiendo algunas canciones que para mí, por aquel entonces, eran puras idioteces.

Nunca me imaginé que llegaría tan lejos con aquellas letras.

Dejé la libreta a un lado cuando mi madre entró en mi habitación después de tocar la puerta.

Sé que estaba enfadada conmigo porque estaba suspendiendo, pero no paró de quererme en ningún momento. Seguía queriéndome a pesar de estar siempre gritando con Jacopo.

Ambos nos sentamos en mi cama y colocó un brazo alrededor de mi cuerpo.

—¿Estás así por los exámenes? —me preguntó. Besó mi cabeza con cariño como si aún fuera el niño pequeño que se peleaba de vez en cuando con su hermano mayor porque este no le dejaba el mando de la PlayStation.

—Estoy así por todo. Demasiadas cosas en la cabeza —asintió y acarició mi mejilla.

—No te metas en problemas con tu hermano. No quiero veros juntos.

Suspiré viendo mis zapatos.

—Lo sé. Sé que si estoy cerca de él, me va a matar. Es un hermano horrible. Un cabrón —dije molesto controlando mis lágrimas. Maldita rabia que me hacía llorar.

—Tampoco te pongas así, Damiano. Controla tus palabras, por favor.

Suspiré de nuevo.

Mi madre castigó a mi hermano de 17 años quitándole todo lo que él apreciaba en aquel entonces. También le prohibió estar conmigo.

El gran golpe que me había dado asustó demasiado a mis padres, pero a él también.

Mi yo adolescente no lo sabía, pero ahora sé que mi hermano estaba realmente preocupado al verme aquel día en el suelo sin moverme.

Al día siguiente de que nos dieran el resultado del examen, quedé con Tania a pesar de que estaba molesto con ella, pero todo se me pasó cuando la tuve delante.

Llevaba unos pantalones anchos y una chaqueta gruesa de color blanco que ocultaba su cuerpo delgado.

Ese día aproveché porque no había nadie en mi casa.


—Oye, ¿te encuentras bien? —me pregunta Victoria estando sentada al lado de Ethan en el avión.

Yo estoy sentado con Thomas cerca de una de las ventanillas del avión.

Asiento y sonrío un poco.

Damiano |Måneskin|Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang