ELLA ES UNA FLOR,
PERO NO ES DÉBIL.
CUANDO SUS PETALOS CAEN,
ESTAS GOLPEAN COMO BALAS.
Disclaimer: Esta es la versión en español de la obra original de @MayLayGirl, quien me permitió poder traducir la historia.
Estado de la historia original: Comple...
Era un lugar complejo y desconocido donde la mujer se encontraba. Nada le resultaba familiar, pero nada se sentía demasiado diferente. En realidad, se sentía como si hubiera dado testimonio de esto antes, pero no podía recordar dónde o por qué estaría en esta ubicación de todos los lugares.
La luna brillaba a lo lejos, aparentemente más grande en tamaño mientras se cernía sobre la tierra como un gran globo ocular, dando testimonio de la grotesca y horrible escena. El mundo que rodeaba a la mujer estaba teñido de un tono escarlata y carmesí, el sofocante hedor de sangre fresca y seca flotaba en el aire del suelo muchos cadáveres para reemplazaban el agradable olor de la naturaleza y el oxígeno fresco.
— ¿Es esto realmente todo lo que queda aquí?—preguntó la mujer, sintiendo que su aburrimiento se disparaba incluso después de experimentar la descarga de adrenalina casi intoxicante que acababa de tener. Dando pasos lentos, a grandes zancadas hacia un anciano al que todavía le quedaba algo para pelear a pesar de albergar muchas heridas, ella continuó humillándolo—Qué triste. Esperaba que esto fuera un poco diferente.
—Tú...—el anciano se atragantó, tosiendo una preocupante cantidad de sangre antes de continuar— ¿Tu no... no... sientes... remordimiento... por las vidas... que has... arruinado?
Su voz se volvió más temblorosa y silenciosa mientras continuaba.
La hembra no respondió. Su respuesta fue, en cambio, levantar su espada por encima de su cabeza, la hoja goteaba gotas de sangre como las lágrimas de lluvia.
—Tú... Pobre alma—el hombre jadeó antes de que la hoja de su espada atravesara el pecho del hombre, justo donde antes residía su corazón palpitante.
—¿Pobre alma?—la niña se repitió confundida, reflexionando sobre lo que significaban esas palabras mientras observaba cómo la marca roja que comenzaba en su mano y se desvanecía hasta su codo, desaparecía lentamente y volvía a su color natural de un pálido lechoso con uñas de color ónix.
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—Pobre alma...
Al recordar todos los detalles que pudo sobre el sueño que tuvo hace menos de cinco minutos, Ayana parpadeó ante su propia mano en la que había estado perforando agujeros imaginarios.
La habitación estaba tenuemente iluminada, el sol aún no había salido del horizonte interminable, pero su aura distante le daba al cuartel una atmósfera mal iluminada gracias a las cortinas polvorientas y transparentes. Para decirlo brevemente, estaba tranquilo. Muy silencioso.
Permitiendo que su mano cayera débilmente y golpeando suavemente el colchón con un silencioso 'thump', Ayana miró las tablas de madera de la cama encima de ella por apenas un momento antes de mover su cuerpo al borde de su propia cama. El suelo de tablas frías le habría provocado un escalofrío en la columna tan pronto como sus pies descalzos entraron en contacto, pero no pudo encontrar en sí misma que le importara.
Lo único que le importaba a Ayana era lo que su sueño era y qué significado tenía.
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