Héroes de Corazón (Bhna )

Capitulo 3. Tres alidados extraños

Habia alguien mas digno para el One For All

—

Izuku estaba saltando por los lados de los edificios en medio de la noche con una cara decidida a terminar con esto de una vez por todas. Primero se dirigió rumbo donde estaba la casa del padre de Akane. El pelinegro cruzó la esquina observando si habia alguna señal de alguna patrulla o héroe que pudiera notar su presencia.

Cuando llegó a la dirección del domicilio, encontró a su guerrero sombra, Igris, con dos cuerpos tirando en cada brazo del caballero que tenía una mirada estoica hacia la casa de Morito.

—¿Qué paso? —preguntó Izuku con una voz seria

—Mi señor, 2 hombres estuvieron a punto de matarlo, pero los detuve justo a tiempo de que pudieran sacar sus armas—Igris soltó los 2 cuerpos inconscientes dentro de un arbusto de la casa para ocultarlos

—¿Y el viejo?

—Está en la casa, cuando me vio se asustó tanto que saco una escopeta y empezó a disiparme sin escucharme—comentó con cansancio la sombra

Izuku solo asintió—¿Algo más? —preguntó el pelinegro

—Si mi señor, encontré información de estos sujetos y una especie de anillo con un símbolo extraño a mi conocimiento—comentó Igris dándole el anillo a Izuku que lo miro con intensidad

—Es un anillo de la mafia rusa—dijo Izuku con preocupación—Este viejo debió pedirle a dinero a la gente equivocada; sin embargo, la mafia rusa no debería ejercer su fuerza en Japón—

—¿Cuál es plan? Señor—pregunto Igris con interés

—Por ahora, que Beru cuide a las chicas, mientras yo me encargo del problema que tiene el viejo antes de que manden a los miembros relevantes de la mafia—

Izuku, se puso en la puerta de la casa de Morito. Toco con una sola mano esperando que el hombre le abriera la puerta fácilmente. Izuku miro como ojo paso por el rabillo del lente de la puerta observándolo, en ese momento se escuchó al hombre abrir la perilla.

—¡¿Izuku?! —exclamo con miedo aun de ver la imagen de Igris atrás de Izuku, razón por que tenía la escopeta en una de sus manos.

Izuku solo observo serio a Morito—¿Creo que tenemos que hablar?

...

—Así que fueron a por mi hija...—comentó Morito con preocupación y una cara de derramar lágrimas

—Tranquilo, ella está segura con un amigo que la protegerá—dijo Izuku en tono para que estuviera más tranquilo, viendo la inestabilidad emocional del viejo

—Viejo, tienes que decirme que problemas tienes con estos sujetos, porque te quieren muerto... acaso les debes algo—comento Izuku mirando seriamente. Morito solo se sorprendió al ver la nueva actitud del chico, la cosa que lo ponia más nervioso era Igris que estaba parado detrás de Izuku como si fuera su guardia

—No... Yo no me meto con ese tipo de gente...—respondió el hombre

—¡Entonces! —exclamo Izuku esperando la repuesta a todo este desastre

Morito se asustó un poco, pero se recompuso—Mi negocio está ubicado en una las partes más populosas del centro de la ciudad. La mafia me propuso que se las vendiera a la fuerza. Al principio nos daban un trato sutil con fuertes sumas de dinero, pero yo soy incapaz de vender, el negocio que abrí con mi mujer, pasar a manos de desconocidas. Después la mafia empezaría amenazarme violentamente—Morito se le salía unas lágrimas—¡Nunca pensé que irían por Akane!, intente pedir ayuda de todo tipo, pero la policía no me hizo caso al igual que algunos héroes—