1999- 18

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1999 como un evento indescriptible de nuevo se encontraban pisando el mismo lugar. Hugh volvía loco a medio América después de su último estreno junto con Julia Roberts, quien para sorpresa de Thea, era más que adorable. Esa mañana decidieron desayunar en uno de esos pequeños restaurantes nuevos de Brooklyn, al menos no tendría tanta gente a su alrededor, el pequeño Patrick dormía profundamente en los brazos de su madre mientras reían a carcajadas los tres sobre lo incomodo de las entrevistas que tuvieron esa semana.

-A las mujeres no les preguntan la profundidad del personaje, a mí me preguntan, "Que cosas veía en el profundo azul de tus ojos y como tu acento inglés me llevaba lejos de la tierra"- dijo moviéndose de un lado a otro burlándose de las preguntas

-Que puedo decir las Americanas aman a los Británicos- y extendiendo sus brazos hacia el regazo de Thea llevo al pequeño con el- Ya he terminado querida, descansa un poco-

-Gracias- dijo aun riendo con el comentario

-De verdad que no me puedo creer que no sean pareja- se recargo mirándolos atónita

-Lo conoces ahora, no sé qué te sorprende. Soy británica, no me encantan los británicos-

-Perra mentirosa- Hugh la golpeo con un pañuelo en el brazo

-Incluso a días siento que Pat se parece a ti-

-Créeme, elegiría un mejor nombre que Pat- dijo torciendo los labios recibiendo un golpe en el brazo.

Mientras ese desayuno llegaba a su fin, a lo lejos ese hombre que hacia tanto tiempo no veía más que en el televisor se detenía en un taxi en el establecimiento de enfrente

-Espera- sujeto a su agente del brazo mirando por la ventanilla.

-¿Todo en orden?- dirigió la mirada hacia donde su amigo observaba.

-Es...- y antes de que pudiera terminar la frase la vio.

Era ella, cuatro años después de su último encuentro, caminaba radiante con unos enormes tacones y una silueta mucho más elegante y estilizada que la que conoció hacia años. Su cabello negro le llegaba a los hombros con un bonito flequillo largo que parecía estorbarle a cada paso, el corazón se le oprimió tanto que creyó saldría corriendo del auto tras ella.

Pero no fue así, pasos atrás una mujer conocida para el caminaba hablando con todo el cuerpo detrás de unos lentes negros y un nudo mal hecho en el cabello. Thea reía a carcajadas mientras la escuchaba, "por favor dios que solo sea esa imagen la que quede en mi cabeza" dio una pequeña plegaria, pero pasos atrás cargando un pequeño castaño que tallaba sus ojos ante la sorpresa de la luz del sol estaba Grand.

El corazón se le detuvo por un momento, incluso su brazo izquierdo dolió

-¿Alan?- pregunto el hombre mirando como el color lo abandonaba-Amigo, no me asustes-

-¿Cuántos, de cuantos años... el niño?-

-Uno o dos, más o menos- y el dolor se volvió un poco más punzante haciéndole difícil respirar

-Vámonos- se recargo en el sillón intentando respirar mejor- ¡Vámonos!- grito mientras el taxista conducía nuevamente

"Te vas a arrepentir el día que la veas con un niño" la voz de Emma sonaba como un eco en su cabeza, era horrible, los vio juntos en las fotografías de la premier de Grand, los vio en las de sus obras. "Grandes amigos" ponían en cada una, los grandes amigos no tienen hijos, a menos que fuera de él y ella... claro que no, su bolsa de mano era lo suficientemente grande para ser una pañalera.

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