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Cuando llegaron a Tondc , Clarke ordenó ayudar a aquel herido mientras su pueblo tomaba con desconfianza aquellas decisiones de su líder, pero acotaban estas.

—¿Cuántas personas son?—aquella pregunta hizo que Bellamy restara todos los que habían muerto de los 101 que eran.

—Ochenta y ocho.

E sta asintió y ordenó acomodarlos en un lugar que Bellamy no entendió a que se refería, pero siguió a todos que se movían en fila y entraron a un gran lugar con pieles. Ellos dejaron su sobre de dormir y las pocas cosas que trajeron.

—¿Podemos confiar?—se preguntaron entre ellos, que llegó a los oídos de Bellamy. No pudo responder aquello porque él de verdad tenía la misma duda.

—No lo sé, pero es la única opción que nos queda. Así que, sea lo que sea, no se separen entre ustedes. Si se mueve, lo hacen en grupos—las puertas se abrieron por tres terrestres y todos dieron un paso hacia atrás. Clarke caminó hacia adelante, solo un paso.

—¿Puedes venir, Bellamy?—el chico asintió —. Sin armas, por favor. Creo que ya nos dimos el tributo de confianza, ¿No es así?—aquellas palabras la interpretaron como quisieron, observando a Bellamy esperar decir algo pero solamente caminó hacia Clarke, viendo como todos se sorprendían al ver a Bellamy ceder por primera vez a una persona que no era su hermana.

Él se sorprendería también, pero no tenía tiempo para pensar en aquello, así que siguió a Clarke por el pasillo, notando como los guardias quedaban atrás. — No se si sabes, pero tu oración se puede malinterpretar en varias formas.

—¿Malinterpretar?—preguntó algo confundida, como si esa palabra no estuviera en su diccionario. En un momento si lo estuvo, pero entre una cosa y otra, había perdido ciertas palabras.

—Es como que todos escucharan lo mismo pero creen cosas distintas—le explicó, viendo la determinación con la que ella le escuchaba.

—Interesante—aseguró recordando—, pero yo no soy quien para cambiar lo que la gente quiere creer—Bellamy entendió que aquel mensaje no había llegado, así que ignoró aquello.—¿Llegó toda tu gente o alguien quedó perdido?

—Llegamos todos... gracias, por cierto.

E sta le dio una mirada comprensiva — ¿Sabes? A mi también me dieron un lugar aquí

—¿No eras de aquí?—la rubia negó.

—Pero no implica que no sea mi hogar, mis personas.

—Somos de lugares muy diferentes.

—Pero todos venimos del vientre de una mujer—contestó y subió al ascensor, seguida del chico.

—¿Tienen ascensores?

—Funcionan a manos—cuando esta cerró la puerta con fuerza y sin ayuda de Bellamy, lo miró—. La comandante querrá hablar con ustedes. Ella les pondrá las pautas, deberán adherirse a ellas.

—¿Eso es bueno?

—No puedo pasar sobre ella. La respeto, y deben hacerlo porque les da un lugar. Ustedes ahora son parte de mi gente, están bajo mi poder, pero aún así heda quiere de ustedes algo. Yo tengo piedad, intentaré que ella confié en ustedes.

—¿Significa que mi gente—Clarke lo interrumpió:—tu gente seguirá siendo tu gente, Bellamy. Pero tendrán que acostumbrarse a mis leyes, a las nuestras. Le pedí a la comandante paciencia para enseñarles lo nuestro, necesito tu cooperación. Si todo... si muestran que podemos confiar en ustedes, puede ser que en un par de años tomen su camino como otro clan. El clan de la gente del cielo. Deben apoyarnos, deben ser parte nuestro, para eso. Deben ser terrestres.

Llamando a la puerta del cielo.Where stories live. Discover now