Esta historia comienza justo después de que Goku sacrificara su propia alma para vencer al poderoso cellbuzer. El poderoso saiyajin, sin saberlo, cayó en en dimensión diferente, pero que a su vez se asemejaba a la suya pues lo primero que pudo ver e...
Goku estaba respirando muy agitadamente, pues sus heridas y el sobresalto que sintió lo hacían sentir bastante dolor. Su sorpresa al ver que al parecer su cuerpo se mantenía vivo y que él estaba aún con vida era impresionante ya que cuando se despidió de sus amigos realmente sintió como si su alma lo estuviera abandonando. Viendo que estaba rodeado de gente y que 2 de ellos lo conocían muy bien, comenzó a especular sobre si realmente estaba muerto o de algún modo había logrado engañar al destino del Super Saiyajin 10. Esta posibilidad, sin embargo, era muy poco posible. Zaiko era un ser con incluso más potencial saiyajin que Broly, prácticamente era el ser individual más poderoso de la existencia misma, y ni él se atrevió a realizar el sacrificio de alma incluso cuando esto otorgaba un poder genuinamente infinito. Es más, Goku estaba completamente seguro de que había hecho mucho más con el poder prohibido que lo que recordaba, casi instintivamente. Retomando el presente, el guerrero del mundo Ryu-Shin se estaba preguntando entonces qué era lo que sucedía. Podía sentir y presentir muchas cosas, incluso el dolor físico estaba presente y su piel le ardía bastante, posiblemente por los efectos de la piel maldita del Súper Saiyajin 10. Para poder corroborar lo que pasaba, Goku tuvo una idea.
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"O-Oigan, díganme una cosa, ¿U-Ustedes.. son reales?"- preguntó con cansancio, sorprendiendo a todos allí.
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"¿Eh? ¿S-Si somos reales? Y-Yo diría que sí."- contestó Mai. Goku no se vió muy convencido por ello, por lo que se volvió a su amigo.
"Escucha, Yajirobe, dime una cosa que sólo yo y tu podríamos saber. Algo que solo tú y yo hayamos vivido."- pidió amablemente, cambiando su tono desconfiado.
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