¡cofee shop au!
Ohm deberá seguir siete sencillos pasos que le ayudarán a enamorar a Korapat, el chico de los hermosos hoyuelos que conoció en una cafetería y del que se enamoró a primera vista.
ᯅ̈♥︎'- pawat + korapat
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—Mira, como te decía, quiero que le hagas un corazoncito muy lindo a ese cappuccino— decía Ohm mientras trazaba dicha figura con sus dedos en el aire y mantenía una tonta sonrisa en el rostro —Debe estar bien hecho para lograr el efecto deseado, ¿Sí?
El mesero de grandes gafas le mira por un breve momento con el ceño levemente fruncido.
—¿Eso sería todo?
—¡No!— exclamó, lo suficientemente fuerte como para que otros comensales le miraran raro —Es decir— se aclara la garganta —También me gustaría una rebanada del pastel más rico, ¿Cómo te lo explico? ¿Sabes qué tipo de pastel le gusta a Nanon? ¿Sí? Pues ese es del que quiero.
—De acuerdo...— dijo apenas audible el mesero mientras miraba a Pawat como si este fuera un psicópata.
Y no, Pawat era un tonto enamorado, no un psicópata.
Son cosas totalmente diferentes, ¿Sabes?
En realidad, aquel mesero no era alguien que juzgara los pedidos de los clientes por más extraños que estos fueran, pero ahora, definitivamente estaba juzgando duramente a Ohm.
Alguien debía llamar al 911.
Y esa probablemente sería Gigi.
Si aquella mujer tuviera la oportunidad de traicionar a sus amigos frente a sus ojos, definitivamente la tomaría.
—No, pero ¿Sabes qué? También quiero un poquito de helado napolitano, ya sabes, tres bolitas de helado y una cereza.
El chico asiente mientras anota el último pedido.
Lo único bueno que tenía Pawat como persona era su billetera.
—Enseguida estará su orden.
—¡Recuerda que son dos pedidos iguales!
¡Muy bien! El siguiente paso decía que debo saber sus gustos, porque una relación sana y bonita se basa en saber todo del otro... no, demonios, eso sonó terrible, basta, Ohm.
Aún así, saber todo lo que la otra parte te deje saber, está bien, debes respetarlo, o algo así.
—De acuerdo, ¿Pero qué pasa si no me gusta lo que a él le gusta?— se pregunta en voz baja —¿Debería decirle o simplemente debería aceptarlo y amarlo?
—Yo supongo que deberías aceptarlo y amarlo tal como es— dice Love.
—Osea sí, pero ¿Qué pasa sí a él no le gusta que no me guste lo que a él le gusta y por eso tenga que empezar a gustarme lo que a él le gusta solo porque a él le gusta que a mí me guste lo que a él le gusta aunque claramente sabe que no me gusta lo que a él le gusta pero quiere que me guste porque a él no le gusta que no me guste lo que a él sí le gusta?
