¿Una niña en la Iniciativa Vengadores?
La Iniciativa Vengadores, un equipo conformado por individuos poderosos y con habilidades excepcionales que responderían a las amenazas globales.
¿En serio querían que la raza humana dependiera de un grupo de f...
————————————— CAPÍTULO CINCUENTA Y UNO BÚSQUEDA DE UN REINICIO. —————————————
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DE NUEVO DESDE UN INICIÓ. OTRA vez buscando un camino. Sintiéndose sola y vacía. ¿Cuántas veces tenía que sentirse así hasta poder encontrar un lugar al que pertenecer? En todo caso, ¿ella realmente la esperaba un hogar?
Mientras veía el noticiero esperando a no ser mencionada como viva al mismo tiempo que armaba su mochila en el funesto departamento, pensó en qué, tal vez, no había lugar en el mundo para ella al que llamar hogar.
La casa que que compartió con Nick hasta sus once años en Washington D.C. fue la casa que más odio. Tan grande y vacía. El hombre de parche en el ojo casi nunca estaba, y la casa era demasiado para ella y un par de agentes que la cuidaban. Después el templo en China en el que todos eran viejos y sólo considerados guías para Grace. Y luego la Torre Vengadores. El lugar al que más se sintió unida. No por la tecnología en ella o lo lujosa que era tanto por fuera como dentro. Era por las personas que la rodeaban. Los que no sólo nombró como amigos, sino familia. Los Vengadores fueron su verdadero hogar. Y ahora, la Torre fue comprada y los Vengadores se separaron. Y ella estaba apuntó de huir del país.
Al salir a la calle se sentía vigilada; con ojos sobre ella provenientes de todas direcciones. Estaba paranoica. Creía que en cualquier momento las Fuerzas Especiales saldrían de las ventanas de los edificios colgados de arneses con ordenes de captura. La voz de Ross se extendía en sus oídos con risas maniacas mientras la veía encerrada finalmente.
Grace no lo permitiría.
Al caer la noche, Grace abandonó el pequeño departamento. Otro techo donde vivió, pero no lo sintió como un hogar. Se estaba acostumbrado. Ya ni siquiera la aflicción la golpeaba para abatirla. Solo podía sentir el profundo vacío en su alma. Había perdido más gente.
Entró al edificio, caminó por los pasillos y subió escaleras para llegar a la puerta que buscaba. Tocó un par de veces hasta que la mujer apareció a su llamado. La tía de Peter la reconoció de inmediato y la invitó a pasar al leer su rostro perdido.
—Perdón por llegar a esta hora.—se disculpo al verla en pijama y con una expresión adormilada pero amable.—Tengo que hablar con Peter.
—La puerta del fondo a la izquierda es su habitación. Haré té para que no te de un resfriado, linda.—le sonrió y la dejo ir por su casa con confianza.
Grace golpe la puerta del chico, pero nadie contestó. Tal vez había salido a patrullar por las calles. Manteniendo a salvo a el vecindario como siempre. Así que se atrevió a entrar, topandose al chico dormido en su cama. Se sentó a su lado y le movió el hombro, pero el chico estaba profundamente en su sueño que le dio una bofetada que lo terminó exaltando.
—¡Auch! ¿Grace?—la miró con los ojos hinchados.—¿Que haces aquí? ¿Y porque me golpeaste?
—Pará tener la punzada tienes el sueño demasiado pesado, araña.—le dijo. Haciéndose un lado para que se enderezara en la cama.—Y perdón por llegar así a tu casa.
