𝐅𝐋𝐀𝐒𝐇𝐘 𝐁𝐑𝐎𝐓𝐇𝐄𝐑𝐇𝐎𝐎𝐃 ━━━ One Piece

𝐱𝐱𝐢𝐢𝐢. Chapter twenty three.

Los niños parpadean con sus caritas completamente inexpresivas.

"Saben quién es Monkey D. Dragon, ¿Verdad?" Realmente espera que los niños no le hayan oído bien. Tres cabezas se agitan juntas. "Luffy, ¿Nadie te ha hablado de tu padre?"

"¿Tengo un padre?"

Mares, ¿Nadie en la familia Monkey tiene la primera idea sobre la crianza de los hijos? ¡No es tan difícil! ¡Dragon incluso tenía el mejor ejemplo de lo que no hay que hacer!

"Todos tienen uno". refunfuña Sabo, a quien claramente no le gusta la idea. Luego se vuelve hacia Buggy: "¿Está vivo?".

No por mucho tiempo, si las caras de Ace y él sirven para algo. Y Buggy no los detendrá, diablos, puede que tenga que encontrar a Dragon y tener algunas palabras elegidas con él como el infierno. Derribar gobiernos está muy bien, ¡Pero al menos podría visitarlo!

"Sí, Luffy, tienes un padre, y uno vivo."

"Genial". Él chico no parece demasiado molesto al menos. Demonios, parece más interesado en Slimy que en escuchar sobre su padre. Sus hermanos no son lo mismo. Ace frunce el ceño y si Buggy había tenido alguna duda de que fuera él hijo del capitán antes se disipa por completo ahora porque esa expresión es dolorosamente familiar. 

"¿Cuál es su excusa? Si no está muerto, ¿Por qué no está aquí?". Sí, esa mirada es toda del capitán, sin duda. Rouge tendía a sonreír cuando estaba así de enfadada. Una sonrisa muy similar, de hecho, a la que luce Sabo. Casi se compadece de Dragon.

"He oído que está ocupado derrocando gobiernos y cosas por el estilo", les dice Buggy porque bueno, su causa es digna al menos. "Les he dicho que es un revolucionario. Va a países con monarquías corruptas donde una fracción del pueblo vive perjudicando al resto y pone las cosas en su sitio."

"¿Como mis padres?" pregunta Sabo, y aunque Dragon no parece estar perdonado, está claro que al menos aprueba su trabajo.

"Exactamente así, les quita el poder y se lo da al pueblo. También están los nobles mundiales, por supuesto. Desprecian a los nobles de la misma manera en que los nobles desprecian a los pobres, así que imagina que piensan en la gente común. El gobierno y los marines les protegen y pueden hacer básicamente lo que quieran, herir a quien quieran y tomar lo que quieran". Incluso si lo que quieren es la gente, los bastardos. "Ellos son el objetivo final de Dragon. Pero mientras tanto se contenta con armar un infierno en las monarquías menores y reemplazar sus gobiernos con gente que realmente se preocupe por el resto."

"¿Puede hacer eso?" Joder, quizás no debería haber mencionado esto delante de Sabo, el brillo de sus ojos no augura cosas buenas.

"No es exactamente legal si eso es lo que preguntas", se encoge de hombros Buggy. "Por otra parte, lo que es o no es legal lo suelen decidir los que están en el poder".

Ace parece haber terminado la conversación. "¿Podemos volver al hecho de que el holgazán padre de Luffy está vivo y no se ha dignado a visitarlo ni una sola vez?"

Esto parece sacudir a Sabo de su asombro y vuelve a fruncir el ceño. "¿Tienes alguna idea de dónde podemos encontrarlo?", le pregunta a Buggy y su voz es tan dulce y educada que le produce un escalofrío.

"Sorprendentemente, la gente que intenta dar un golpe de estado al gobierno mundial no transmite su ubicación". Sin embargo, puede tener un par de ideas, aunque no se lo dirá a los chicos.

Luffy parece finalmente aburrido de su nuevo amigo y hace un puchero a sus hermanos. "¿Terminaron de hablar? ¿Podemos empezar a luchar ya?"

Buggy se tensa, está casi seguro de que no se refiere a atacarle. En su mayoría. Aun así ya ha recibido un caño en la cabeza, no tiene ganas de otro así que mantiene la mirada fija en Sabo. Él chico va a buscar lo que parece una tabla.

"¡Azul! ¡Azul!" Luffy le tira de la manga. "Tú también estás luchando, ¿Verdad?"

"Tal vez, todo depende de contra quién estemos luchando". Se vuelve hacia Ace, que le sonríe.

"Luchamos entre nosotros para entrenar", explica el chico, lo que tiene casi demasiado sentido conociéndolos. "Son cien combates cada uno, así que solemos hacer cincuenta asaltos entre nosotros".

"¿Cien combates?" Su voz puede haber subido una octava ahí. Pero en realidad, no debería sorprenderse a estas alturas. Demonios, tiene la sensación de que ya lo habían mencionado.

Luffy asiente, probablemente tomando su sorpresa por indignación. "¡Lo sé! Pusieron ese estúpido límite porque tenían miedo de perder contra mí".

Ace le da un golpe en la cabeza. "Pusimos ese límite porque preferías morir de agotamiento antes que dejar de pedir revanchas".

"Sólo iba a luchar hasta ganar", refunfuñó el más joven.

"Y eso nunca iba a ocurrir", le dice Sabo, sacándole la lengua. "En fin, Buggy, ¿Te apuntas?".

Buggy lo considera. Ya ha decidido que va a entrenar a los mocosos y no le vendría mal conocer cómo luchan. La parte posterior de su cabeza palpita como un recordatorio de que podría y ha dolido. Aun así, "Claro, haré diez asaltos después de los tres juntos. Hagámoslo primero cuando aún estés fresco".

Ni siquiera ha dejado de hablar cuando tiene que esquivar para evitar el puño de Ace. Él chico es rápido, lo reconoce. El brazo de goma de Luffy y el tubo de Sabo son los siguientes. También podría esquivarlos, pero ¿Qué gracia tendría eso? Se aferra a la mano de Luffy y enrolla su brazo alrededor de la tubería haciendo un bonito arco. Ace intenta aprovechar su distracción saltando hacia él. No habría funcionado aunque no hubiera gritado. Aun así, alguien tiene que enseñarle a ser sigiloso. Redirige la trayectoria de Ace con un suave empujón y el chico cae sobre Sabo.

"Es mi victoria", declara y deja que una sonrisa se dibuje en su rostro. "Tomen cinco minutos para coordinarse antes de volver a atacar, no me derribaran sin trabajo en equipo".

Tampoco lo derriban con él, pero al menos duran más de un minuto, lo que parece calmar sus egos.

"Buen intento", les dice Buggy cuando se están levantando del suelo. "Ace, eres fuerte pero una aproximación directa no funcionará conmigo, intenta planificar de verdad. Luffy, tu fruta del diablo es genial, pero aún no la controlas muy bien, así que no intentes cosas llamativas sobre la marcha, céntrate en mejorar tus golpes de medio alcance. Sabo, entiendo que apuntar a mi cabeza es más satisfactorio, pero no te obsesiones con eso, hay muchos otros lugares en los que puedes herirme. Ahora inténtalo de nuevo".

Los chicos se miran entre sí antes de lanzarse a por él.