Capítulo XVII

1.5K 376 83
                                    

──────༺༻──────
Traviesa
──────༺༻──────

—Hola —me saluda sonriente.

Pestañeo notando que es el amanecer de un nuevo día.

—Hola —le respondo devolviéndole la sonrisa.

Estamos desnudos bajo las sábanas, abrazados frente a frente.

—¿Desayuno? —me dice, atrayéndome a su pecho.

—Sí —contesto escabulléndome por debajo de sus brazos y las sábanas.

Necesito llegar a ese sitio que me apetece visitar.

—¿Qué haces? —me pregunta segundos antes de que me lleve su miembro a la boca.

Se acuesta boca arriba y aprovecho para acomodarme mejor.

—No... —le detengo ya que ha intentado levantar la tela. Lo masajeo mientras me oculto nuevamente—. No tienes permitido ver, solo disfrutar.

Lo escucho reír levemente.

Interna los dedos de sus manos en mi cabello. Jadea mientras subo y bajo la cabeza succionando hasta donde puedo.

Recubro mis dientes y pongo a trabajar mi lengua traviesa.

Gruñe, entretanto yo lo hago con más empeño.

Continúo con mi labor hasta que pruebo la primera esencia que secreta.

—Ven...

Intenta halarme de los brazos mas no se lo permito. Permanezco fiel a lo que deseo.

Gruñe aún más hasta que ya no puede contenerse y se descarga en mi boca. Trago y limpio todo sin desperdiciar nada.

Subo a gatas, a horcajadas sobre su cuerpo, y le regalo una sonrisa traviesa.

—Gracias por el desayuno —le digo, antes de relamerme los labios.

—Eres una descarada —me reprende riendo, a la vez que eleva sus manos hasta abrazarme.

Acomodo mi cara sobre su pecho agitado. Su corazón sigue acelerado.

—¿Te gustó?

—Me encantó —responde risueño y jadeante.

Su estómago vibra con una repentina risa de complacencia.

—No me llené —le digo sonriente, antes de morderme el labio inferior.

—¿Qué? —murmura risueño, y como si no se lo creyera. Elevo mi rostro para encontrarme con sus ojos—. Amaneciste traviesa.

Y tiene razón. Hace unos dos o tres días, e inclusive ayer, sentía que no podría sentarme si continuaba follando tan a menudo, sin embargo he amanecido con el apetito sexual por las nubes.

—Es culpa suya, señor abogado.

—Explícame eso —dice, colocándome el cabello detrás, en mi espalda.

—Sienta mi explicación —le respondo bajando nuevamente hasta su miembro, que comienzo a lamer y a masajear logrando que se ponga duro otra vez.

Me ve expectante mientras vuelvo a subir a gatas y me siento a horcajadas sobre él; posiciono la punta en mi entrada vaginal y empiezo a montarlo despacio.

Shanks me coge por cada extremo de la cadera. Apretuja con ambas manos y sigue mi movimiento.

—Me encanta este día... —dice sonando algo ronco y sensual.

ONE NIGHT STAND ━━  [FINALIZADA] 《16》Where stories live. Discover now