1

1.7K 95 7
                                    

Abre los ojos y observa la mula que mastica tu cabello.

— ¡Ah, estoy vivo! —la empujo con ambas manos. — Ugh… — el aliento del equino era espantoso y su baba espesa.

Izuku sacudió su cabello que estaba pegajoso, al menos al sacudirlo se seco …o tal vez no sea tan bueno.

— ¿Hijo, despertaste? — lo llama la suave voz de su madre.

Izuku sonrió volteando.
— Buenos días…— nota algo.

La ropa de Inko es oscura y marrón, con un delantal de piel en el torso.
Al fin hizo un chequeo a su alrededor.

Al establo a sus espaldas, por la que la cabeza de la mula se asoma mostrando los amarillentos dientes; la paja seca bajo sí, su propia vestimenta.

—…hijo…

— ¿Dónde estamos? — pregunto dubitativo.

Inko se acerco, tocando su rostro con ambas manos.
— En nuestro granero, Izuku. Llegaste aquí anoche.

Izuku tuvo mucha menos calma al tenerla cerca, se veía mayor; la esquina de sus ojos inclinada por la edad y sus manos eran muy delicadas.
— ¿Y a donde me fui? — pregunta nervioso.

Inko le palmeo la cabeza un par de veces antes de negar con una leve frustración.
— Ven a desayunar, Izuku. — le insta tirando suavemente de su hombro.

Izuku se levanta para seguirla.

— Tu hacha, Izuku. — le avisa deteniéndose su madre.

Izuku volteo a la paja, viendo el corto mango de madera y filo oxidado de acero oscuro, la tomó, sorprendiéndose al notar lo pequeña que era, apenas era larga para tomarla con dos manos y el filo casi estaba plano.
Mas un detalle en su mano que le parece extraño, demasiado.

— Guárdala y vamos. — le insta una vez mas con paciencia.

Izuku la sigue en silencio, vagando su mirada de su madre, su mano y alrededor.

¡¡¿Dónde pingas está?!!

Por costumbre tomo el asiento vacío frente a la mesa y espera frente al plato vacío.

Recuerda que se echo a dormir en su cuarto después de entrenar con todos, exactamente con …

—…me golpeo la cabeza…

— ¡Y muy duro, rebotaste como un pedazo de-

— ¡Hisashi!

Izuku reaccionó levantando la mirada del plato.

¡Este tipo es su padre!

— ¿Qué haces aquí? —pregunta impulsivamente.

Su padre se ofendió lo suficiente para apuntarlo con la rodaja de pan que había estado comiendo — ¿Ves como me habla? ¡Mocoso grosero, por eso no tienes hijos!.

—¿Qué tiene que ver-

— Tu padre te espero a desayunar, así que empieza. — le advierte con falsa aspereza.— Después pueden ir por agua al río, antes de medio día.

Izuku asiente aún nervioso.
Su padre que nunca ve, a trabajado en el extranjero desde que el era pequeño.
Era extraño verlo hoy y de esta forma …comiendo con avidez unos huevos escalfados con pan oscuro y tieso con un fuerte olor a cereales.

Al probarlo no solo encuentra el sabor agradable sino que también comprobó  lo hambriento que había estado sin notarlo.

Es raro comer con una cuchara de madera pero al menos no parecen notar que le cuesta un poco usarla.
Inko se retiro con una cierta prisa.

Un cuchillo para Kacchan [Dekukatsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora