17

115 23 0
                                    

Su sonrisa se ilumina con las estrellas, verlo tan feliz es extraño de linda manera.

Estoy tan acostumbrado a verlo actuar de forma tan neutra y madura que verlo así, arrastrándose por el pasto importándole nada la suciedad mientras conversamos acerca de nuestras aventuras de pequeños.

Me hacía tanta falta.

Se recuesta y coloca su cabeza sobre mi brazo, gira para verme y hago lo mismo.

Sus ojos son tan oscuros y su mirada tan penetrante, es la definición de la belleza misma y teniéndolo para mí aumenta mi sentir.

─Gracias por traerme aquí, es lo que me hacía falta.

─ ¿Qué exactamente?

─No pensar

Asiento y dejo un pequeño beso en su nariz, ríe un poco me regala un beso en los labios muy superficial.

─ ¿Tienes pensado volver a tu vida pasada? ─cuestiona paseando sus dedos por mi rostro.

─Lo tenía planeado, pero ahora que me correspondes no habrá nada que me haga alejarme de ti.

─ ¿Estás dispuesto a aceptar todo lo que conlleva esta relación?

─He estado preparado desde que supe que eres mío.

Asiente y rueda hasta quedar sobre mí, sus besitos tiernos invaden mi boca hasta que lo obligo a volverse más rudo.

Mis manos pasean por su espalda baja y su trasero mientras mi lengua saborea sus labios, así como su interior.

Sé que estando en un espacio abierto y descubierto es algo riesgoso estar de esta manera, pero siendo honesto no me importa la pulcritud tanto como me importa él, además no creo que nadie venga a esta hora al bosque.

Nadie además de este par de locos.

La noche continúa su rumbo y poco a poco voy cayendo rendido, lo hace él también y se acurruca contra mí buscando contacto y calor.

─Geonhak ─nombra somnoliento.

─ ¿Sí?

─Te amo.

¿Cómo es posible que dos simples palabras provoquen tanto en una persona? Soñé con este momento, uno en el que todas mis preocupaciones se disiparan quedando solo él en mi camino.

Donde solo importa que él me quiera y me desee como yo a él, que me ame.

Cómo yo a él.

─También te amo.

(...)

El sonido de las aves hace que abra los ojos lentamente, sé dónde estoy y no puedo creer que de verdad dormí en el bosque.

Oigo un bostezo a mi lado y giro para verlo, se sienta y soba sus ojitos, intenta acostumbrarse a la luz del sol y se estira haciendo sonar algunas articulaciones.

Sonrío cuando vuelve a bostezar porque me parece tierno y me levanto del suelo, le doy la mano para que lo haga también y ya de pie empieza a sacudirse.

Lo imito dejando atrás la tierra y pedazos de hierba que llevo en la ropa, también sacudo mi cabello y en efecto cae algo de suciedad.

Termina de moverse y su vista vuelve a mí, temo que se haya arrepentido de todo y que haya sido su lobo quién lo aconsejo esta vez.

Porque ahora no habría marcha atrás.

─Buenos días ─saluda extendiendo una sonrisa.

─Buenos días.

Mira en entorno girando lentamente, hago lo mismo notando el bello paisaje que la noche no fue capaz de mostrarme en todo su esplendor.

He venido aquí muchas veces cuando niño, incluso hace poco lo visité con él, pero ahora con todo lo que vivimos parece desconocido, aunque más lindo.

─Tiene mucho tiempo que no dormía aquí ─avisa caminando.

─No sabía que lo habías hecho antes ─menciono siguiéndolo.

─Una vez cuando mi mamá enfermó, no supe que hacer y necesitaba pensar, estar con Hyejin ayudó, pero no lo suficiente.

Asiento sin detener el paso y continuamos así hasta llegar al vehículo, entramos y lo pongo en marcha.

─Dong, ¿Qué pensaste este tiempo? ─pregunto sin desatender el camino.

─Que el bosque es más bonito de noche.

─ ¿Y qué más?

─Lo lindo que sería vivir ahí, sin que nada me molestara, bueno, nos molestara, iniciar una vida tranquila y relajada, mi lobo quiere eso.

Asiento y doy vuelta donde es indicado, temo que su decisión sea tan extrema pero no importa del todo si estamos juntos.

─Pero no es lo que yo quiero, mi idea no es huir de los problemas, no quiero pensar que hago algo malo y por eso debo ocultarme.

─ ¿Tomaste tu decisión?

─Sí ─afirma asintiendo─ mi lobo y yo llegamos a un acuerdo que nos beneficia a ambos.

─Lo que sea que suceda te apoyo.

─Lo sé.

El camino pasó más lento de lo que me habría gustado, está muy serio y esa no parece una buena señal.

Estaciono y la verdad no me sorprende ver a Wheein en la entrada, espera pacientemente con una enorme sonrisa esperando la respuesta.

Dongju se acerca a ella pacientemente y lo sigo de cerca, lo que sea que pase estaré con él.

─ ¿Y bien? ─pregunta la chica sonriendo.

─Tú ganas ─dice Dong asintiendo.

─ ¡Qué bien! ¿Qué me darán a cambio?

─No, me refiero a que ganas la noticia, dile a mi padre y a quien te dé la gana lo que sucede porque no me interesa, no te daré un solo centavo porque eres una maldita oportunista que no piensa en los demás, esto era de mi madre y no mereces nada.

Passion [leeon]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz