Verano del 2019

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¿A dónde vas cuando quieres huir de tus propios pensamientos?

Magoa sabía que no había lugar en el mundo donde pudiera acallar su mente, así que cerró los ojos y le dio la bienvenida a todo lo que había estado evitando junto a la oscuridad de la noche.

Cerró los ojos mientras la sentía susurrar sus últimas palabras, obviando el ruido de los relámpagos de fondo.

Cerró los ojos y la sintió sólo a ella y no al fantasma de la lluvia que se desplazaba por su cuerpo.

Cerró los ojos y la observó solo a ella flotando mientras las grandes olas las arrastraban por distintos caminos.

Entonces como si fuese una tormenta inesperada, fragmentos de ese día comenzaron a dispararse en su cabeza reproduciendo como escenas cortadas, pedazos de puzzles que el tiempo comenzaba a armar y que habitaban en su mente como si fuesen discos rayados.

«4:34 A.m.; un te quiero; el ruido del mar y el rugido del cielo; ojos espejos; agua que se convierte en montañas y silencio en medio del ojo de la tormenta»

Ahora Magoa estaba sentada en su habitación, con los ojos hinchados, escuchando el sonido desgarrador que había dejado la ausencia de Dorothea.

Musa secretaWhere stories live. Discover now