Expediente 02: Skinwalker

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There was no help, no help from you

Sound of the drums, beating in my heart

The thunder of guns

Tore me apart

You've been

Thunderstruck

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El menor miraba el camino en penumbras que se encontraba recorriendo en ése mismo instante, sentado en el asiento del copiloto de aquel chevrolet camaro Z28 del 69 color negro.

No sabía cuantas horas llevaba por aquella carretera, pero estaba seguro que ya no se encontraba en Columbus, Georgia.

Tenía miedo, claro que si. A lado suyo iba ése hombre pelinegro, quien no había pronunciado una sola palabra en todo el camino, siempre con la vista fija al frente. El otro chico rubio se había marchado por su cuenta, diciendo que los alcanzaría en un lugar llamado "Hoes" en Alabama, que era a donde se dirigían.

Felix soltó un suave bostezo sintiendo sus párpados ligeramente cansados. No debería poder conciliar el sueño después de lo anterior vivido, pero el paseo en auto le arrullaba.

—Puedes descansar.—la voz de aquel hombre le hizo dar un respingo.

—Ah...no, gracias.—contestó sin mirarle. Hubo silencio por varios segundos hasta que volvió a hablarle.

—Sé que tienes miedo. Pero ahora estás aquí para ayudarnos, ¿no? No te voy a asesinar mientras duermes.—soltó con una pequeña sonrisa ladina.

Asesinas cosas no humanas. Si, claro.

Felix se sintió a morir. Se supone que él no era humano, no del todo. Hace tan sólo unas horas le habían dado a elegir entre ser asesinado en esos momentos o ayudarlos a cazar más gente cómo él. Y probablemente cuando ya no les sirviera, su vida también terminaría.

Sintió su corazón presa del pánico al pensar en que su muerte le esperaba, quizá en una fecha no muy lejana. Aquello le hizo parpadear consecutivamente, intentando espantar las lágrimas que amenazaban con acumularse en sus ojos.

No lloraría ahora, no frente a ése hombre. No frente a Bang.

Giró su vista de nuevo a su costado, observando cómo poco a poco entraban a Alabama. Sin embargo no se adentraron del todo, pues el pelinegro dobló en un cruce y continuó en una carretera desolada.

Pasados varios kilómetros más, Felix pudo divisar un bar, uno no muy bonito, a decir verdad. Ése lugar era la esencia de "mala muerte" y no pudo evitar fruncir su boca en una mueca al ver cómo se estacionaban frente a éste.

El contrario apagó el motor, sacó las llaves y habló.

—Escucha, ahí dentro no te despegues tanto de mi. Si alguien te habla ignoralo.—indicó—y si intentas escapar no voy a detenerte, no eres un rehén, pero sólo ten en cuenta que a donde vayas, un montón de cosas, tanto paranormales cómo de carne y hueso intentarán cazarte.—advirtió. Aunque Felix no estaba seguro si era una amenaza más que una advertencia.

El menor se dedicó a asentir, sintiendo su cuerpo temblar por las palabras anteriormente dichas.

Bang se quitó el cinturón y salió del auto, a lo que Felix le siguió torpemente. Caminó a la par del mayor y una vez les abrieron la puerta del lugar, Lee se atrevió a pegarse más al pelinegro.

Halfblood. /CHANLIX Where stories live. Discover now