𝘘𝘶𝘪𝘭 𝘈𝘵𝘦𝘢𝘳𝘢

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Dedicado a Chinchulin69

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Dedicado a Chinchulin69

Había vuelto a la reserva después de estar dos años en el extranjero y decidí regresar después de la muerte de mi padre Harry

—Leah iré hacer unos trámites—dije a través de su puerta, mi hermana no ha salido ni me ha querido dirigir la palabra, no es personal pero entiendo su sentimiento de aislamiento.

Siente que todo su mundo se ha hecho pedazos, su prometido de hace tres años la dejo por nuestra estúpida y desleal prima Emily y semanas después nuestro padre nos deja en este mundo.

<<ay Leah si puedas hablarme>>

Decidí bajar antes de encontrarme a un nervioso Seth que entraba a la casa con los pies sucios y un ¿tatuaje en su brazo?

—¡Seth Liam Clearwater ¿te hiciste un tatuaje?!—pregunté dando un grito alertando al chico que diera un salto

—ay Bianca me asustaste..—me recriminó el chico ignorando mi pregunta

—mamá te matará en cuanto vea tu estupidez.

—mamá ya lo sabe y no le molesta.—Seth me saco la lengua y eso sí me tomo por sorpresa

—no te creo...a ella casi le da un infarto en cuanto vió mi piercing de la nariz.

—pues créelo porque es verdad.—su burla me irritó

—pudrete Seth sigues siendo un niño.

—te recuerdo Bianca que tengo quince años, soy mayor que tú por dos así que respetame.

—el respeto se gana no se impone Clearwater. —dije molesta antes de salir de la casa

<<no puedo creer que mamá le haya permitido esa estupidez>>

Lamentablemente termine algo tarde de los trámites de transferencia de escuela, pues la escuela en Holanda se demoraron en responder y enviar los documentos.

<<Tranquila Bianca en la reserva hay poca tasa de criminalidad,es raro que te suceda algo>>

Apreté los amarres mi mochila con fuerza en cuanto ví a unos hombres ebrios salir de un bar

—¡hey muñeca!—sus gritos de llamados me alertaron y comencé a caminar más de prisa pero una vez se aferro a mi muñeca.—Oye cuando te hablo no debes de ignorarnos.

—yo creo que merece un castigo ¿no creen chicos?—preguntó un señor que estaba atrás del que me sostenía

—¡Sueltenme malditos ebrios!—grité mientras trataba de soltarme pero sin éxito alguno

—¿el alcohol les afecto sus oídos? Dijo que la soltaran.—una voz de un chico atrás mío me sorprendio

—lárgate niño si no quieres problemas.—un señor se le enfrento pero él solamente lo ignoro, el chico colocó su mano en la muñeca del ebrio que me sostenía para empujarlo

—¿Quieres problemas? Pues tendrás problemas—el grupo de ebrios avanzo y el chico me coloco detrás de él, no sé que mirada tuvo que poner pero el grupo retrocedió.—¿Sabes qué? Mejor quédatela no nos interesa.

Después de que los ebrios se fueron el chico se volteo hacia mí y ambos nos quedamos petrificados ante los ojos del otro. Pero el chico quedo más desorientado pues segundos después cayó de rodillas ante mí

—¿Estás bien?—pregunté dándome cuenta de no saber su nombre

—Quil...Quil Ateara ¿Cómo te llamas?.

—Bianca Clearwater. —el apellido le sonó pues sus cejas se elevaron

—¿de casualidad eres algo de Seth y Leah Clearwater?.

—sí, son mis hermanos mayores.

—oh eso es genial...muy genial—su susurro sarcasmo me hizo algo de gracia y curiosidad. Pues el chico se veía mayor que yo como por cuatro años, debía de tener unos 17 años. Que suerte para él que me gustan mayores.

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ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛ ᴛᴡɪʟɪɢʜᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora