In Time (Adrinette) +18

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Title: In Time

Ship: Adrinette

Genre: AU, Romance, Dystopian.

Word Count per chapter: 1,000+

Word Count: 120, 000+ (creo que tiene muchas más, porque si es un fic bien largo jejejeje)

Rating: NC-17

Chapters: 29/36

Beta: Un-betated

Disclaimer: No son míos, si lo fueran, esto sería vídeo!!!

Music: La Bachata by Manuel Turizo

✨Los comentarios, estrellitas, y las galletitas, me hacen feliz.✨

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—Hey.

Marinette dio vuelta, el corazón latiendo con fuerza en su pecho. Los mechones de pelo castaño la saludan y Marinette liberó una respiración contenida, dejándose caer en el sofá junto a ella.

—¿Sabes, Alya? Alguna vez alguien te va a confundir con un ladrón de verdad y será demasiado oscuro y morirás.

—Woah, woah, Marinette, estás siendo demasiado sombría.— Alya frunció el ceño mientras apaciguaba a su amiga. —¿Pensaste que era buena idea ahorrar agua bañándote en la lluvia? Quiero decir, sabía que eras una completa tacaña, pero este es un nuevo nivel, muy alto incluso para ti. —Alya desapareció en su habitación antes de volver con una toalla seca en la mano. La envolvió en la cabeza de Marinette y comenzó a secar su pelo, masajeando su cuero cabelludo con movimientos lentos y seguros.

Marinette ronroneó por la satisfacción, recordando lo mucho que amaba cuando Adrian lo hacía después de sus duchas, haciendo a Marinette sentarse en el suelo entre sus piernas, con sus manos suaves y grandes, dándole seguridad.

—Ya está, — Alya anunció con broche de oro. —Ahora ve y cámbiate de ropa. Realmente espero que no cojas nada demasiado peligroso.

Marinette asintió obedeciendo a Alya y se puso algo cómodo: un pants y un suéter grande. Definitivamente necesitaba un cambio en el armario porque era el mismo suéter que Chloé le dio como regalo y en realidad, no tenía algún suéter acogedor aparte de ese.

Cuando entró en la sala, Alya puso una taza de té en sus manos, con ojos recelosos, como si fueran a saltar sobre ella en el instante que mirará hacia otro lado.

Prácticamente podía sentir los ojos de Alya rodando, cuando dijo:

—El té es más barato que los granos de café en estos días. Ahora bebe mientras todavía está caliente.

Se sentaron en el sofá, sus muslos alineados una contra la otra, hombros tocándose. Marinette no se dio cuenta que se había perdido días como este, cuando ninguna estaba trabajando hasta la muerte, con ojos brillantes y vivos. Alya cumplió veinticinco cuando Marinette tenía dieciocho años, siete años antes que Marinette los cumpliera. El cambio fue instantáneo y cruel. Alya apenas tuvo tiempo para Marinette porque estaba demasiado inmersa en su trabajo, con los ojos pegados a su reloj en frenética obsesión, la boca torcida en la desesperación cuando su tiempo se estaba agotando. Marinette nunca había visto algo tan trágico.

Pero entonces, un año más tarde Nino entró en la vida de Alya, llevándola de la cuna del miedo y el exceso de trabajo, a sus brazos. No importaba lo mucho que Alya lo negara, ella era una bola de emociones cuando Nino volteaba a mirarla, una suave sonrisa adornaba su rostro encantador.