Capítulo 17

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Despierto poco a poco con mi vista aún borrosa, mis párpados se abren y se cierran con esfuerzo detectando  la luz del día, por un momento no sabía donde me encontraba, comencé a inspeccionar con la mirada mi al rededor, veo ropa por todas partes, botellas de cerveza vacías y un brasier colgado en una esquina de la televisón -por favor que yo tenga la mía puesta, porfavor que yo tenga la mía puesta-, repetía una y otra vez en mi cabeza.

Revisé con un ojo abierto y el otro cerrado debajo de la sábana, todo estaba bien.

Respiré aliviada. Poco a poco tomaba conciencia de estar despierta. ¿Qué es este dolor de cabeza? ¿Qué pasó ayer?. Volteo al buró a lado de mí y veo un vaso de agua junto con dos alka seltzer y una nota que decía:

"Siento mucho lo de anoche, hablemos por favor"– Daniel

Todos los recuerdos comenzaban a llegar a mi cabeza, había chicas en esta habitación bailando en lencería completamente ebrias, pero, ¿con quién estaban?, recuerdo la taza del baño y haberme tropezado con el tapete de la entrada, conforme más recordaba, peor me sentía, no quería prender mi teléfono, el último recuerdo semi-lúcido que tenía era esa maldita llamada.

Todo parecía mezclarse en mi cabeza, sé que había cantado, mis pies estaban llenos de arena de la caminata con Spencer, también recuerdo que un tal Max creo que si se llamaba así, pero no estoy del todo segura, se sentó a mi lado y platicamos por un largo rato, después la pelea con Dan, y después, esa voz al otro lado del teléfono. 

Basta, no quiero seguir torturándome con los recuerdos. Ni siquiera quería salir de la habitación. tal vez me quede aquí por toda eternidad, me dije.  Me tapé con la sábana, como si fuera una barrera entre la realidad y mi mundo. Pero sabía que en algún momento tendría que enfrentarlo, así que tomé valor, regresé la sábana a la altura de mi cintura y con un gran esfuerzo  enderezo lentamente mi cuerpo, pues mi cabeza no dejaba de dar vueltas y no quería marearme más de lo que ya estaba. Veo de reojo que mi cabello tiene un chicle pegado – que asco –  espero al menos sea mío. 

Me incorporo por completo y me acomodo para bajar de la cama, restriego mis ojos mientras bajo un pie para ponerlo en el piso, cuando de pronto escucho que alguien se queja 

– AUCH -Siento que piso a alguien-

– Caraj... - exclamé asustada- ¿Qué estás haciendo aquí? -Era Ian, en bóxers.

– Cuidándote, tonta. ¿Así me lo recompensas?

– ¿Por qué estás en boxers? ¡Vístete!

Vaya vaya vaya, alguien despertó del mal humor. No me sorprende después de la nochecita que tuviste, -tú y los shots fueron uno mismo-. En cuanto a mi atuendo, digamos que estaba teniendo algo de diversión con una o dos de las chicas que conocimos, hasta que llegaste hablando de quien sabe que llamada por teléfono y te desmayaste en la cama, -gracias, por cierto-. En fin, les dije a las chicas que se fueran, pero se llevaron mi ropa y no podía dejarte aquí sola. 

– ¿Qué hay de Emma? pensé que tenían algo – Le aventé un cojín para que se cubriera.

– Emma es... asombrosa, pero seamos realistas, somos muy jóvenes para un compromiso tan grande, la vida es muy larga. – tenemos todo el tiempo del mundo. – 

– Me estremecí con esas últimas palabras. Quise argumentar lo que acababa de decirme pero simplemente no tenía las fuerzas

– Gracias por cuidarme -Le dije

Me da un beso en el cachete y después me pasa toda la lengua por la cara

– ¡ERES ASQUEROSO! -Le digo mientras lo empujo y limpio mis cachetes

Viaje a las estrellasWhere stories live. Discover now