Amor de Verano [PAUSADA]

8# EL BAR DE JULIO

Martes, 24 de agosto de 2021

Simón se despierta y mira la hora en su móvil. Son casi la una.

Ayer no les dio excesivamente tarde. Tras un rato más charlando en el parque, Alfredo acompañó de nuevo a Simón hasta su casa y ahí se despidieron.

Cuando llegó, su madre y sus abuelos sorprendentemente aún estaban despiertos.

Les contó por encima lo que había hecho y después de despedirse de ellos y dar las buenas noches, fue directo a su habitación.

Se metió en la cama y estuvo con el móvil mirando TikTok. Es ya una costumbre hacer eso antes de dormir y con la tontería siempre termina acostándose a las tantas.

Se levanta y va hacia el baño a lavarse la cara. Después baja las escaleras y entra en la cocina, donde su madre y su abuela están conversando.

-¡Anda! ¡Si al fin te has despertado! Pensábamos que ya no te levantarías hasta mañana-vacila Milagros en tono amistoso.

Simón besa en la mejilla a su abuela y hace lo mismo con su madre.

-Vamos a ir a comer al bar de Julio, que nos dijo de ir hoy a probar el menú del día -explica su madre.

Su hijo asiente, aún adormecido y con cara de recién levantado. Y es que a Simón le cuesta horrores espabilarse cuando madruga o se levanta tarde.

Tras desayunar un Cola Cao con un par de galletas, sube a su habitación y se viste. Se prepara brevemente siguiendo el mismo ritual que el día anterior. Para cuando esta listo, su hermana le indica que ya van a salir.

El bar no está excesivamente lejos, por lo que la familia decide ir caminando por la calle principal del pueblo hasta allí.

El calor en ese momento es sofocante. Apenas queda gente en la calle y aparentemente son los únicos que han decidido salir a esas horas.

-¡Mamá hace mucho caloor! -se queja la pequeña Valeria.

-Son solo cinco minutos hija, no tardamos nada.

Efectivamente, Nuria acierta con su predicción. Ni un minuto más ni uno menos tardan en llegar. La familia entra al bar. Julio les saluda y un camarero indica la mesa donde van a comer.

En una de las esquinas y bajo el aire acondicionado, se sientan y esperan a ser atendidos.

-¿Qué tal familia? ¿Venís con hambre? -pregunta el camarero, que ya conocen de muchos años.

-Sí Emilio, venimos con el buche vacío -bromea Milagros.

Piden las bebidas y el menú del día, que se compone de un buen filete de ternera con patatas y un huevo frito. Para Valeria piden un filete empanado para que no se le haga bola.

La familia conversa tranquilamente sobre anécdotas y recuerdos de hace unos años, antes de que llegara la pandemia.

Enseguida les traen la comida. En silencio y con las noticias de Antena 3 de fondo, degustan sus platos hasta dejarlos completamente vacíos.