Cita de estudio

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Las clases transcurrieron con normalidad y en la tarde Wei Ying fue con Wangji hasta su casa  para hacer el trabajo.

Estaban a punto de entrar pero Wei Ying no podía dejar de pensar en el sueño que tuvo la noche pasada.

- ...Ying ...Wei Ying. — Wangji estaba llamándolo.

- ¿¡S-Sí!? — Respondió Wei Ying con tono nervioso.

- ¿Estás bien? — Preguntó Wangji preocupado.

- Sí todo está bien, entremos. — Dijo Wei Ying pretendiendo estar tranquilo.

- Mn. — Asintió Wangji.

La casa era muy espaciosa y lujosa, todo estaba limpio y en orden, parecía ser realmente adinerado.

- Siéntate, traeré el café. — Dijo Wangji educadamente.

Wei Ying estaba a punto de reírse, no pensó que Wangji tomaría su broma como algo literal.

- Está bien. — Respondió sonriendo.

Mientras esperaba, Wei Ying no pudo evitar recorrer la habitación encontrándose con una foto del pequeño Wangji.

- "Para Lan Zhan"... — Murmuró Wei Ying mientras leía la descripción en la parte posterior de la imagen.

- Aquí está el café. — Dijo Wangji apoyando las tazas sobre la mesa.

- Gracias, por cierto, ¿Lan Zhan es tu nombre de nacimiento? — Preguntó Wei Ying por curiosidad mientras agarraba su café.

- Mn. — Asintió. - Mi familia es muy tradicional así que Wangji es mi nombre de cortesía. — Agregó.

- Lan Zhan... suena bien. — Dijo Wei Ying dejándo la fotografía en su sitio.

- Puedes llamarme así. — Contestó Wangji.

(Sería genial que también lo gimieras.)

- Pffft... — Wei Ying se ahogó con su café dejándolo caer por el inesperado pensamiento.

- ¿Estás bien? — Dijo Wangji apresurandose para ayudarlo. - ¿Te quemaste? déjame ver...

Wangji tomó la camiseta de Wei Ying levantándola ligeramente exponiendo su piel.

- Está un poco rojo. — Dijo Wangji tocando suavemente el área afectada.

El corazón de Wei Ying latía como loco mientras Lan Zhan lo observaba.

(Tal como pensaba, su cuerpo es realmente atractivo.)

- Traeré un poco de hielo, espera aquí.

- Mn. — Asintió Wei Ying aguantando su vergüenza.

Al poco tiempo Lan Zhan regresó con el hielo y comenzó a aplicarlo sobre la quemadura.

(Ah... esto es tan erótico...)

Wei Ying no sabía que hacer, la situación se estaba saliendo de su control y los pensamientos de Lan Zhan no ayudaban a calmar sus nervios.

- Puedo hacerlo yo solo... — Murmuró Wei Ying avergonzado.

Pero cuando Lan Zhan levantó su cabeza y sus miradas se encontraron Wei Ying se quedó paralizado.

Sus ojos dorados lo miraban intensamente como si lo devorara, sus manos se deslizaban lentamente bajo su ropa mientras el hielo se derretía poco a poco con el calor de su cuerpo. Wei Ying no podía ocultarlo más, estaba exitado...

Continuará.






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