傷つきやすい心 (Kizutsuki yasui kokoro) ||JimSu||

16: El protagonista perfecto

La vida escolar, a veces podía ser inclusive más aburrida a como la montan en las historias, Yoongi consideraba que la temática escolar debía de dejar de estar presente en las historias, pero también a veces le gustaba —claro si esta estaba bien manejada—, aunque el romance escolar para Yoongi se consideraba algo demasiado tonto, no debía de descalificarlo a la hora de escribir, los escenarios escolares siempre estarán dentro de la vida de cualquiera, y por supuesto muchos les gustaría aunque sea una vez, experimentar lo que los protagonistas están teniendo en las novelas de romance.

Pero claro, la vida a veces era mucho más monótona, Yoongi miraba con cuidado la página de su cuaderno de ideas, porque sí, Yoongi escribía en un pequeño cuaderno las nuevas ideas que se le venían a la cabeza, y aunque ahora mismo tuviera muchas historias en emisión, no podía simplemente quedarse de brazos cruzados sin pensar en nada más, las ideas siempre iban y venían, Yoongi las escribía, y si una era demasiado fuerte y agradable para él, no dudaba en comenzar a escribirla, pero si una parecía tediosa, repetitiva y absurda, la dejaba de lado, así era como funcionaban mejor las cosas, y ahora mismo, mientras disfrutaba de un delicioso almuerzo preparado por Jimin, se mantenía concentrado en su trabajo.

Soltó un largo suspiro, últimamente la moda de tener a protagonistas atractivos de buen porte, siendo poco amables, carismáticos y con grandes cualidades a simple vista, se estaba volviendo una tendencia, y los lectores era lo que más buscaban, podía verlo debido a una vieja historia que tenía escrita en otra plataforma, y muchos comentarios de sus lectores que a veces se recomendaban historias entre ellos para leerlas, y la mayoría tenía ese tipo de protagonista, en el mundo del yaoi, tenías que buscar buenas tramas, que fueran atrayentes, pero lo principal que debías hacer perfectamente, era a la pareja principal, Yoongi había aprendido mucho al respecto.

Pero ahora en verdad se sentía algo confundido con todo aquello, ¿qué debería de escribir? Necesitaba una nueva idea para una historia, una que pudiera llevar a cabo sin cansarse de por medio y que por supuesto, sus lectores disfrutasen en sobremanera, pero ¿qué?

—¡Allí estás! —Yoongi dejo de lado sus apuntes para mirar al frente, y allí lo vio, Park Jimin, venía corriendo hacia él, sin alguna chamarra o sudadera puesta, venía con una playera sin mangas de color blanco, sus cabellos estaban levemente húmedos y se pegaban levemente a su frente, pero no eran demasiados, no porque el chico tenía la frente despejada, el sudor le venía escurriendo a lo largo de su cuello, además de que Yoongi no pudo evitar mirar el tonificado cuerpo de Jimin, sus brazos marcados y su pecho que se dejaba ver debido al sudor en su playera.

Sí, definitivamente Yoongi tenía a la vista al protagonista perfecto, demasiado perfecto para ser verdad, inclusive no pudo evitar mirar a las personas que estaban alrededor, todos mirando a Jimin como si se tratase de la mejor de las esculturas creadas por el hombre, miro de nuevo a Jimin, quien por fin había llegado a su lado, su respiración agitada, el sudor en su cuerpo, y ese leve aroma del perfume que siempre utilizaba lo había inundado por completo, Jimin llevo su mano derecha a sus cabellos haciéndolos para atrás mientras le dedicaba una sonrisa.

—Por fin te encuentro —Jimin soltó un resoplido—, pensé que irías a verme jugar.

Bien, quizás lo olvido por estar concentrado en una nueva historia, parpadeo un par de veces, sintiendo sus mejillas calentarse levemente, odia olvidar las cosas.

—Lo siento —dijo Yoongi en un suspiro—, ¿ya terminaron de practicar?

—Ya —dijo Jimin dando un asentimiento, recargo sus manos sobre la mesa, inclinándose un poco mientras trataba de recuperar el aliento—, pero unos chicos nos dijeron que querían jugar un partido amistoso, así que estamos jugando —relamió sus labios bajo la mirada de Yoongi—, apenas vamos a empezar, deberías venir.

Yoongi pensaba que, si esto fuera una novela romántica, ahora mismo él se sonrojaría y se preguntaría una y mil veces el por qué el chico guapo lo invita a uno de sus partidos, tan cliché, pero tan... ¿lindo? Yoongi soltó un largo suspiro, cerró sus ojos por unos momentos y volvió a mirar a Jimin, quien esperaba por su respuesta.

—Jimin —el mencionado apretó levemente sus labios—, de todas las personas a las que puedes invitar, ¿por qué yo debo ser el afortunado?

—¿Por qué?

—Sí, ¿por qué? —Yoongi necesitaba una respuesta, si Jimin era el perfecto protagonista de una novela romántica, seguramente diría algo cursi para hacerlo sentir sumamente feliz y avergonzado, y Yoongi era lo que esperaba.

—Quiero que me veas jugar, Yoongi —dijo Jimin—, no hay necesidad de que me preguntes la razón, me gusta tenerte cerca y lo sabes —Jimin dejo de recargarse—, tengo que irme, no se te olvide estar allí, quiero verte.

Jimin no tardo en girar sobre sus propios pies para comenzar de nuevo una carrera hacia afuera de la cafetería.

—¡Te veo en las canchas de baloncesto, Yoongi! —le grito a lo lejos mientras seguía corriendo para alejarse.

Bueno, Yoongi no había sentido su corazón acelerarse desbocadamente, no había sentido el nerviosismo subir poco a poco por su cuerpo, tampoco había sentido que la sangre golpeara sus mejillas debido a la vergüenza, pero definitivamente había sentido esa calidez inundarle por completo con esas palabras.

Ahora Yoongi podía comprobarlo, Jimin es el protagonista perfecto para cualquier novela romántica, definitivamente necesitaba estudiar más a Jimin, aunque... algunas de sus historias estaban basadas en Jimin, ya que el chico es atractivo, inteligente, lleno de carisma y por supuesto tenía todo lo perfecto para ser un protagonista, ser ese chico que busca conquistar al amor de su vida cueste lo que cueste y que hace que el otro se ponga nervioso con tan sólo algunas acciones pequeñas.

Sí, Jimin es perfecto.

Yoongi cerro su cuaderno, miro su almuerzo, al menos casi lo había terminado, terminaría de comer cuando estuviera mirando el partido de baloncesto, por ahora, debía concentrarse en Jimin, quizás este juego le ayude a comenzar una nueva historia de amor, sí, sería una grandiosa historia de romance, aunque Yoongi tendría que buscar al chico perfecto para emparejar bien al protagonista, por el momento, Jimin era un buen ejemplo del chico de ensueño y con eso se conformaba.